martes, 16 de septiembre de 2025

RECORDANDO A DON JULIO BLAKZ

 

A raíz de la publicación en el Blog “El Imaginaria” de la entrevista a don Julio Blakz realizada por Ricardo González –XIX, recibí comentarios favorables de parte de Aida, una de las 8 bellas hijas de nuestro inolvidable maestro, aunque una frase final " vive una lucha diaria con la soledad" manifestada por don Julio, le pareció incorrecta.



A raíz de esto y al explicarle que la soledad es síntoma natural (de) en   las personas de (la) edad avanzada, que aun cuando tienen compañía, se sienten muy solas, lo que motivó  para dialogar sobre su muy querido señor padre

   Nos dijo: La entrevista en sí, palpa lo real, pero hay algo que no coincide. Mi papito se encontraba solo por unos días, no era que vivía solo, vivía con mi hermana Guadalupe, cuando ella viajaba x trabajo había una persona q lo asistía por horas, pero también nos organizábamos para asistirlo. A él no le gustaba que contratáramos personas de confianza para que lo asistan, a todas las corría.

Primeramente, agradeciendo a Dios Todopoderoso por habernos tocado un padre como Julio Blakz, el ser humano cariñoso, correcto, estricto a veces, pero necesario, con maravilloso sentido del humor, servicial, coloquial, siempre nos decía" al mal tiempo, buena cara" frase que fue y es parte de su legado. Luchador incansable, generoso, honesto sobre todo .

Nosotras sus hijas, nos sentimos muy orgullosas de nuestro padre, que, aunque no nos dejó grandes cosas materiales, pero si el legado recibido y vivido: valores morales y todo lo que él fue, es invaluable que perdurará por siempre , algo que  nadie podrá borrar ni hurtar.

Cuando ya mi hermana Guadalupe vino a vivir a Lima, estuvo con mi hermana Magaly, luego ya decidimos traerlo a Lima por que quería salir solo, no quería q lo acompañemos. Él quería ir al CMLP, y a otros lugares solo, pero a veces no estaba en condiciones, lo hemos acompañado a dónde el deseaba ir, siempre y cuando su salud lo permitía. Yo personalmente lo he acompañado al colegio, a reuniones con sus amigos profesores, también con Guadalupe y otras hermanas. en otras oportunidades, también al club de Felipe Pinglo, dónde el pertenecía y la pasábamos bonito, porque nos inculcó la música criolla . Los 10 últimos años estuvo con mi hermana Guadalupe y mi persona.

Siempre escuchamos de mi papito esta frase: " hijita todo se puede en esta vida" siempre se tenía una actitud positiva, a pesar de cualquier circunstancia y eso era lo que me admiraba de mi papi, siempre tenía cosas (en) con que entretenerse, siempre buscaba que hacer, le encantaba las plantas, de niño, él vivió en una hacienda, y convivio entre árboles, plantas y flores, le encantaba las flores. Tenía excelente mano para sembrar. Cualquier cosa que él sembraba, crecía. En Sta Clara él tenía un jardín hermoso, sembró rosas de varios colores, las injertaba y yo veía como lo hacía y me quedaba maravillada de lo hermosas que crecían. Las cultivaba con mucho cariño, mi papito nos decía que a las plantas también se les habla porque así crecen bonitas. Todo lo que en ese jardín sembró, todo creció. Al principio sembró 2 árboles de guayaba que crecieron muy grandes y daban un fruto delicioso que nunca más pude volver a comer en otro lugar. Además de sabroso tenía un aroma que ya podíamos aspirar desde lejos.

También sembró un árbol de plátano, sembró hiervas para infusiones que mucho le agradaba tomar y que nos motivó a consumir también.

Le encantaba también los animales, por que creció y convivio con caballos, vacas que el mismo ordeñaba .

Anécdotas que nos iba contando aprovechando su disposición y teníamos que escucharlo porque eran también aventuras traviesas que nos ayudaba a recrear con nuestra imaginación, Siempre le gustaba contarnos sus anécdotas, de niño, de joven, cuando estudiaba en el Guadalupe, también anécdotas del CMLP.

Teníamos que aprovechar en escucharlo porque casi siempre no tenía tiempo “casi vivía en el CMLP”. (El tenia un dormitorio en el pabellón de la Siberia donde se quedaba a descansar cuando tenia que ensayar con la orquesta )

En fechas muy importantes para hijas casi no podía estar, pero comprendíamos sus compromisos. Toda su vida nos contaba sus anécdotas, cuando viajo al exterior con su orquesta y siempre   estuvo quizás no con todas sus hijas juntas, pero siempre pendiente de él .( Don Julio fue durante mas de 40 años el maestro de ceremonias en los reencuentros leonciopradinos)

Pero cuando nos juntamos todas, éramos un batallón, porque también sumaban los nietos y nietas que era lo que abundaba en el familión.

Mi papito quizás, hubiera querido vivir en otras condiciones, pero a pesar de las carencias lo que nunca faltó fue el amor y cariño que el mismo inculcó y nos lo dio.

Nos inculcó la honradez y honestidad, un papá(y), profesor y educador a carta cabal, y como no corresponder a todo es, ¿había circunstancias difíciles? Si las hubo, pero sus valores nos impulsaban a el perdón, y  la unión.

Él se descuidó de su salud. Cuando trabajaba en el CMLP no quería ir al médico, porque si le enviaban descanso médico, él no lo iba a hacer, pecaba a veces de imprudente, como lo relata la anécdota en el libro.  Después de su operación, nosotras entendemos(entendimos) el cariño que él sentía por el CMLP , pero tampoco podía ir contra su salud. Inclusive nosotras sus hijas también cogimos cariño por el CMLP, nos enseñó a cantar el himno de su alma laboral.

Anécdotas coloquiales, anécdotas, de enseñanzas y lecciones valiosas, pero no podemos permitir que se diga que él se quedó con su soledad porque no es cierto.

Si bien es cierto ya no vivía con mi mamá, pero mi papito decidió no tener otra pareja, y así nos comunicó, que no tendría otra pareja porque ya tenía 8 mujeres. El siempre nos hablaba, nos inculcó actitud positiva, nunca escuchamos a un papá que se quejara, como todo ser humano tenemos defectos, pero él siempre nos hablaba con cariño, a veces creía que éramos sus alumnos cadetes, pero luego le decíamos: " Papa no estás en el colegio militar” estás con tus hijas” y nos pedía disculpas, ¿usted se imagina tener que lidiar con 8 hijas mujeres? Yo tengo 2 y a veces colapso. Algo que no nos agradaba era que a veces no nos incluía en sus reuniones, será por eso que cuando iban sus exalumnos no nos avisaba , para apoyarlo. En fin, pero su soledad creo yo que era de pareja. Pero fue porque  así lo decidió.

Mi papito tenía una gran fortaleza, la que también nos inculcó a todas y tenemos ese patrón, luchadoras y guerreras que no le quede duda alguna, nos inculcó mucho el arte, la música.

Mi papito estudio en el conservatorio de Lima, tocaba de maravilla el saxofón, nos tocaba a cada una el saxofón. Por eso la mayoría de nosotras tenemos inclinación por las artes. Hasta sus nietas, y el último de los nietos que tiene 12 años, fue quien tocó en flauta " Para Elisa " un tema de Beethoven el día del velorio.

La fortaleza mencionada de mi papito nos la heredó, y la misma que inculcamos a nuestros hijos. Claro que las cosas cambian con el tiempo, pero los valores y principios no tienen fecha de caducidad para nosotras y así queremos que sea para nuestros herederos, porque estamos convencidas que detrás de un buen padre hay buenos hijos, sino que mi papito también era muy reservado con sus hijas, celoso, ahuyentaba a quien se nos acercaba, por eso recién lo acompañamos a sus reuniones ya de mayores, la mayoría casada

Mi papito era terco a veces, nos costó mucho que el acepte que a cierta edad ya estaba bajo nuestros cuidados. Porque así es, los padres llegan a una edad que pasan a cuidados y tutela de los hijos.

Nosotras lo hicimos igual, pero siempre dándole su dignidad, como papá. Lo quisimos mucho y para siempre, porque sus valores y principios viven en cada una de sus hijas.

Palabras de una hija agradecida y manifestando el gran amor que le profesaban a su señor padre que nosotros los que lo conocimos a través de la música y como maestro no lo sabíamos.El siempre fue un maestro que no solo nos enseñaba sino que nos orientaba y lo mejor es que su memoria fabulosa hacia que te reconociera cuando te encontrabas con el

Don Julio también nos dejó el legado de su profundo amor a nuestro colegio y gracias a él, muchos siguieron caminando con la música en el corazón.

 








       Observando a sus pulilos

 







Pepelucho

XIX

Set-2025

sábado, 6 de septiembre de 2025

CRONICA DE LA VISITA AL PROFESOR BLAKZ

 

CRONICA DE LA VISITA AL PROFESOR BLAKZ

Por : Jose Allende Gardella



(trompetista de la orquesta durante 1960-1961 y 1962)

Nuestro queridísimo ”Che Ché” Maldonado –aquél hermano marino nombrado en la crónicas a Huaral, como elegido cósmicamente para ayudar a la Gloriosa en su viaje a Huamachuco-, había ingresado al canal de la Gloriosa para promover dos eventos: uno era para visitar a nuestro amado Profesor de Música y creador de la orquesta del Colegio Militar, don Julio Blackz Sánchez, en su casa, en Santa Clara, y el otro evento que iría a realizarse el próximo 17 de junio, era para ir al local del Congreso de la República, para visitar y conocer el Museo de Sitio creado hacía unos años atrás. Ambos eventos llenaban de mensajes el canal 17 con inscripciones y promesas de asistencia.

Al leer el mensaje de invitación de Jorge para visitar al profesor Blackz, algo sucedió dentro de mi corazón, me llené de emoción y le pedí que ese día sábado, 3 de junio, me esperaran que yo de todas maneras iba a llegar. Jorge me contestó que me esperarían y con ello se sintió tranquilo, pues él le había asegurado a nuestros hermanos alejados, que yo asistiría y contaría lo sucedido en una crónica. No me imagino cuánto dolor le produje a Jorge, cuando tuvo que decidir salir del punto reunión en el grifo de Javier Prado, sin mí, pues llegué quince minutos pasadas las once de la mañana, y la convocatoria era para las 10:45 de la mañana. Perdóname Che Ché por mi retrazo y por el momento difícil que te hice pasar con mi hora “Cabana” casi hora “Locumba”.

Había calculado mal mi tiempo de partida para tomar mi “custer” en dirección a Surco. Tenía que llegar a las once de la mañana a más tardar, al Grifo que se encontraba haciendo esquina con la avenida Olguín y la Javier Prado, a unos metros del puente peatonal que cruza la avenida Javier Prado, y muy cerca de la esquina, donde empiezan las magníficas instalaciones de la Universidad de Lima, polémica institución privada universitaria, Alma Mater de excelentes profesionales que hoy dirigen las empresas del país. No era posible tomar la “custer” y tenía que tomar una decisión y lo hice. Mi pequeño obsequio para el profesor tenía que convertirse en el pago de la tarifa de un taxi. Comprendí que era mejor regarle la crónica que ese pequeño dinero. Tomé un micro hasta el callao y allí tomé otro hacia el ovalo de la avenida La Marina. Le dije al chofer del micro mi problema y le pagué la cuota de seis pasajeros, un “aceite” que lo hizo “volar” hasta el óvalo. Allí me bajé y tomé mi taxi a Surco.

Al llegar al grifo, cuarenta y cinco minutos después, no vi ningún amontonamiento de autos de la imaginaria “caravana” que mi mente creó, frente a las numerosas muestras de solidaridad y presencia de los hermanos de la Gloriosa, y de otros compañeros leonciopradinos que expresaban en nuestro canal 17 su decisión de participar. Mi espíritu sintió la pegada al no ver a nadie. Ingresé al recinto de ventas de golosinas y bebidas del Grifo, y pedí una Coca Cola para calmar mis ánimos y pensar. Vi a un señor de la Policía Nacional parado en la puerta, y le pregunté si había visto una caravana de autos. Me contesto que sí, que se habían retirado hacía quince minutos hacia la casa de un profesor. ¡Buen policía! Se había ganado con la movida.

Me fui a descargar líquidos molestosos que guardaba mi organismo y me senté en una mesa al aire libre, a disfrutar de mi coca cola y pensar qué hacer. De pronto se me acercó el policía a conversar y le conté mi problema…

Me preguntó la dirección y le contesté lo que sabía: <En Santa Clara, en el camino al Hotel El Pueblo>. <Mire> -me dijo, <usted puede tomar un ómnibus, aquí mismo, que lo puede llevar hasta Vitarte, y allí bajarse, y tomar otro ómnibus hacia Santa Clara, que pasa por la urbanización San Gregorio, donde se encuentra la avenida San Alfonso. Allí se baja usted, y con un “mototaxi” recorre la avenida San Alfonso hasta llegar al Hotel El Pueblo, de repente allí ve a sus amigos>… ¡Excelente! – le contesté, sin dudarlo, pensando: <donde vea muchos autos, allí estará la casa del profesor y estarán mis compañeros> ¡Vamos a hacerlo! –le dije. Le obsequié mi Coca Cola, de la que había tomado un par de sorbos, y el señor policía y amigo, titubeando, dándose cuenta que mi gesto era de amistad, terminó aceptándola, guardándosela en el bolsillo de su casaca. Me llevó hasta el paradero y esperamos juntos el ómnibus de la línea “G”. Cuando llegó le dio indicaciones a la “cobradora” y me subí. Llegamos a Vitarte y en un paradero me dejó. Allí apareció el ómnibus que decía Santa Clara y me subí. Le comenté al chofer lo que quería hacer y me dejó en la esquina de la avenida San Alfonso. Al bajar y estirar la mano a cuanto mototaxista pasaba, sin que me dieran bola, se acercó un señor que había venido en el ómnibus conmigo y me preguntó a donde iba. Le dije: <a la casa del profesor Julio Blacks, del colegio militar, que vive en el camino hacia el Hotel El Pueblo>. <Mire usted> –me dijo, <yo vivo en el camino al hotel hace muchos años, y allí no vive ningún profesor Blacks>. <Espere usted, que voy a preguntar al Kiosco de revistas y periódicos de la esquina> ¡Genial! –me dije, ¡qué buen tipo! Regresó un par de minutos después, sonriente y me dijo: <Mire usted, ve esa casa a cincuenta metros, de color verde, donde hay un auto gris, pues esa es la casa del profesor Blacks, la expendedora del kiosco lo conoce> Le agradecí y feliz regresé por la avenida por donde había venido con el ómnibus a Santa Clara, caminando lentamente hasta la casa señalada y…¡Allí estaban los hermanos de la Gloriosa! ¡Carajo! Lo había logrado con la ayuda de Dios, sin asustarme, con el empuje que me había dado la pobreza y el ánimo encendido al máximo para cumplir con lo ofrecido.

Al ingresar por la puerta me encontré con un patio, donde, hacia la izquierda, había una mesa larga con sillas y unas cuantas chelitas, llenesítas, listas para ser “secadas” en cumplimiento de las disposiciones de la Ley Seca. Hacia la derecha –siempre en el patio- había otra mesa donde estaban sentadas algunas personas charlando con el profesor Blackz. Entre las dos mesas, había espacio suficiente donde charlaban algunos hermanos. El primero en verme y en abrazarme fue nuestro Che Ché, feliz de que estuviese allí cumpliendo mi responsabilidad de croniquero, aliviado seguramente por el pesar, y el mal rato que le causé, al verse obligado a dejar el Grifo sin mí. Me abracé con nuestro presidente don Coco Súnico, y con los hermanos Luchito Cuadra, Fico Balbuena, Papo Scavino y Pochito Zavala. Así llegué hasta donde estaba don Julio Blackz y como comprenderán, me lo apachurré todito, como si todos sus alumnos lo hicieran a la vez, contento de estar en su casa, viéndolo bien de apariencia pero sin su bigotito, lamentando lo que le había sucedido donde casi se nos va.

Pasé a saludar a otras personas que estaban allí. El primero fue el loquillo de la orquesta Alejandro “Jano” Carrillo de la XVIII promoción; luego vinieron las presentaciones y saludos afectuosos con varios señores, entre ellos Pablo Ochoa Jurado de la VII promoción, amigo y vecino de don Julio; Carlos Rojas de la XXVIII promoción; Rubén Solórzano de la XXV promoción; Cesar Rivadeneira Espinosa de la XXVII promoción y un simpático señor don Jorge Fernández-Maldonado Castro, de la misma XXVII promoción, cuyo padre conocí, cultivé amistad y tuve el honor de recibirlo en casa con don Miguel de la Flor, Canciller de la Revolución del General Velasco.

También saludé pero como a un viejo amigo, a don Héctor Málaga de la XVI promoción, que estudió conmigo primaria y los dos primeros años de secundaria junto con mi hermano Jorge, en el San José Maristas del Callao, y que luego siguió con mi hermano en el colegio militar integrando la XVI promoción continuando posteriormente juntos, estudiando en la UNI, en la facultad de Ingeniería Civil.

No saquen cuentas. Yo repetí dos veces el tercer año de media, porque en la primera que me presenté al colegio militar, fui choteado porque no había cumplido los trece años. Felizmente fue así, si no jamás hubiera conocido lo que era un colegio mixto –allí hice el primer tercer año, cuando los curas maristas rechazaron mi matrícula, por haber entrado mi hermano al colegio militar- ni hubiese integrado nuestra amadísima Gloriosa la XVII promoción del colegio militar, escogida cósmicamente para rendir culto a los héroes patrios, enseñar a otros a amar el Perú, y ejercer en su oportunidad venidera, una dirigencia plena de dignidad, honestidad , generosidad y amor patrio.

Pronto hizo su aparición don Marcos Paredes acompañado de su “sombra” Fernando Enríquez y de su hermano carnal Luis Paredes. Vino con Marcos una hermosa dama de placer de nacionalidad escocesa. Era una bella botella de “ Grand Old Parr Scotch Whisky” que había que “secar” también para cumplir con la Ley.

Es difícil describir con los recursos del lenguaje la alegría reinante en el ambiente. ¡Eran tres años hermanos! ¡Tres años que habíamos vivido los integrantes de la orquesta bajo la tutela y protección del profesor Blackz haciéndole cientos de travesuras! Lo amábamos lo suficiente para sentir emoción con solo verlo. ¡Estábamos allí, con él, charlando, cantando y departiendo anécdotas y sentimientos!

Lo sorprendente de todo, es que nosotros habíamos ido para ver y agasajar al profesor, y resultamos nosotros los agasajados. Nuestro profesor -a quién yo creía soltero- tenía ¡Ocho hijas entre los 31 y 40 años y dieciocho nietos! Cuatro de ellas estaban allí, atendiéndonos, y otras cuatro en sus compromisos familiares. El bello ramillete de hijas del profe hicieron que mas uno de los “Kilombos” promocionales movieran la colita. Lupe, la mayor, estaba grandiosa y ¡Gloria, la sexta, ni para qué contar! El ramillete de bellas féminas hijas de nuestro profesor, como es lógico, estaban en dos grupos: las lindas y las más lindas: las casadas y las solteras. En el primer grupo estaban Aurora, Aída, Silvia y Gina que eran papel quemado. En el segundo grupo estaban Lupe, Rosita, Gloria y Magali. ¡Felicitaciones profesor Blackz! En algún momento escuché por allí que lo llamaban suegro ¡Qué kilombos éstos!

Estando en la conversación y algunos cantando, se aparecieron la chicas trayendo para cada uno nosotros, un inmenso plano de cebiche de mariscos, con su camotito y su choclo desgranado. ¡Riquísimo! Yo le di curso completito a mi cebiche, y las chicas nos ofrecían más si queríamos. Después, llegaron unas fuentes de enrollados de queso, que las chicas llamaban “Tecos” ¡Qué ricos que estaban! De pronto… ¡Oh sorpresa! Aparecieron unas fuentes con copas de pisco sauer que estaba para relamerse la copa. ¡Qué bien preparados con conocimiento, gusto y buen pisco!

Y hablando de pisco, nuestro amigo y compañero leonciopradino Alejandro “Jano” Carrillo Bernal, se puso al frente una botella de pisco sin etiqueta, de nombre “Gran Racimo” –según él- producido en el fundo de Juan Carlos Lam en la ciudad de Ica.

Nuestro conocedor del buen pisco, don Pochito Zavala, lo probó y nos dijo ceremoniosamente: <bueno, joven, buen sabor, acholado, elaborado con un gran porcentaje de uva quebranta> Ante la opinión favorable de nuestro experto le pedí información a Jano para la Gloriosa. Jano me informó que la botella costaba quince soles y la damajuana de cinco litros de este sabroso pisco, era vendida por Juan Carlos Lam a 65 soles, y que si alguien quería comprar, lo llamaran al 226-5308 de Lima o le escribieran al correo alcaber@wdatac.com.

Estuvo también con nosotros Daniel Luque, un joven señor, yerno del profesor Blacks, casado con Silvia, la número cinco, de nacionalidad arequipeña, que era distribuidor de suplementos nutricionales y de Aceitunas Verdes y de Botija. Si algún hermano quería comprar podía llamarlo al 263-5871 o a su celular 9919-2093. Hice muy buena amistad con este simpático señor hablando de mis enfermedades a las que él contestaba con soluciones OMNILIFE. Me dijo que visitara el web site www.vidaplena.us y que allí encontraría muy buena información.

En un momento vinieron los discursos haciendo uso de la palabra el ingeniero Héctor Málaga, quien nos comentó que el problema de agua que tenía la casa del profesor se debía a un problema de titularidad. Que este asunto había sido puesto en manos de otro leonciopradino Daniel Mojovich y que estaría resuelto a mas tardar el fin de la semana del 5 al 11 de junio. Luego de ello, Sedapal, en 48 horas, instalaría el servicio de abastecimiento de agua. ¡Muy bien!

Una anécdota -de las muchas contadas por el profesor Blackz-, fue de que había trabajado en 1958 en el “American Bar”, que era en ese tiempo, el mejor Bar Night Club del Callao. Allí tocaba el saxofón, con el papá de nuestro recordado amigo y compañero de la orquesta, don Cesar “Mono” Altamirano. Años después, doña Isabel Alcázar, doña “Pirula” para sus amigos, la mamá de César, ya viuda, se lo llevó al colegio militar, para que la ayudara a que César ingresara, y por supuesto ingresó, para gozo de todos nosotros. Nos contó que César ingresó a la orquesta como baterista y después pasó a cantante cuando lo escuchó cantar en un momento de distracción de los componentes de la orquesta. Nos contó además, que desde el año 1965 el colegio tenía un grupo de baile costeño además de la orquesta, por supuesto. Todo bajo su dirección.

Durante toda la reunión el profesor Blacks se comportó con una dignidad y alegría impresionantes dándonos un trato paternal que se percibía a leguas. Había recibido algunos regalos de nuestra promoción y creo que de las otras allí presentes, y agradecido y emocionado nos dijo que tenía setenta y cuatro años, y que había siempre que mantener “Alto el Pensamiento”. Nos hizo cantar a todos el himno del colegio militar y poco a poco, felices de haber estado allí, fueron retirándose los hermanos y amigos, y yo me quedé de fondista, no sé si para seguir admirando a Gloria, como buen discípulo de “Kilombo”, o para seguir charlando con el profe. Me acompañó hasta el final Jano Carrillo y nos regresamos a Lima juntos. Regresé tranquilo por la generosidad de nuestro presidente y la compañía de Jano.

Antes de irme abracé al profesor Blacks y le dije al oído: <Profe, sé que te han traído cosas y vendrán más, pero dime por favor, ¿qué es lo que mas necesitas?> Su respuesta también al oído -como compartiendo un secreto- fue rápida, dirigida al hijo que le preguntaba. <Una cama ortopédica Pepe> -me contestó.

Así que muchachos les transfiero el deseo de don Julio Blacks, nuestro amado profesor, porque conozco de su generosidad y de su amor, y de la solidaridad que he visto, en estos últimos días, admirado, presente en la hermandad leonciopradina.

¡A trabajar! ¡Sin descanso!, hasta conseguir satisfacer el sueño de nuestro profesor.

Esta crónica va a ir a los correos personales de Rosita, Gloria y de la señora Silvia para su conocimiento, y de nuestro profesor, y queremos agradecerles a nombre de todos los hermanos de la Gloriosa y demás compañeros leonciopradinos por su bella presencia y la de sus hermanas, y por su cariñoso trato a hacia todos los hermanos leonciopradinos presentes. Misión cumplida hermanitos.

¡VIVA LA GLORIOSA XVII PROMOCION!

¡VIVA EL COLEGIO MILITAR LEONCIO PRADO!

¡VIVA LA HERMANDAD LEONCIOPRADINA!

¡VIVAN LA MUJERES PERUANAS!

¡VIVA EL PERU!

Por : Rodolfo Mendoza-XVI

CONVERSACIONES CON DIMITRI KARAMAZOV

 

 


   CONVERSACIONES CON DIMITRI KARAMAZOV

          


“La pasión es el sentimiento que desprendemos, mientras satisfacemos nuestro

 deseo”.

La mañana era hermosa, había un sol radiante, los pájaros sobrevolaban por el parque y los niños jugaban muy felices. Me saludaban los parroquianos con la venia que los caracteriza, son amables pero conservan también el orgullo de sus ancestros, me acerqué a la entrada de la iglesia del pueblo y vi que salían personas que alborozadas hacían un callejón con sus cuerpos y arrojaban flores, era un matrimonio religioso, la pareja recién casada reía y agradecía los saludos de familiares y amistades, yo empecé a aplaudir también, me sentí feliz y alegre de ver a dos seres que se aman cumplir con el sacramento del matrimonio, “Dios debe estar complacido” me dije y tomé el rumbo de siempre, hacia el lugar donde pastorean las ovejas que pasan de madrugada muy cerca de mi ventana. Sin más ni más, como siempre, me senté y recosté en mi amigo el árbol, cuyas ramas me cubrían de los rayos solares…y ya bostezando me quedé dormido…

-        Señor, oiga señor, despierte va usted a coger un resfriado, mire todo está cubierto por la nieve, tome mi abrigo y cúbrase. No, no tenga a menos, cúbrase por favor…

-        Ah, lo hace usted por mi edad le dije al hombre que gentilmente me quería proteger del terrible frío que ya hacía. ¿Nieve, qué…dónde estoy?

-        Pues, en un bello lugar señor que se llama Sochi, estamos cerca al mar Negro y estamos protegidos por las montañas del Cáucaso, me extraña que se haya quedado dormido, estamos en época de nevada y el frío es terrible, dígame donde se hospeda y lo acompañaré con mucho gusto.

-        Pucha, otra vez…otra vez lo mismo…sueño despierto…

-        Qué dice usted, que sueña despierto, no lo entiendo. Ah y su ropa no es de por aquí, dígame con quién converso.

-        Mejor que no sepas querido joven, pero y tú ¿a dónde te diriges?

-        Pues voy a un lugar donde patinan sobre el hielo, una especie de parque y allí me están esperando.

-        Miraste al cielo ¿quién te espera que te hace feliz amigo? Vamos cuéntame, cuéntame.

Dimitri Karamasov, se sintió entonces complacido de haber encontrado a un amigo con quien poder desfogar todo su sentimiento, todo lo que fue y lo que lo hizo cambiar. Después de haber compartido con él, parte de su vida, puedo repetir lo que leí alguna vez: “No temáis a la vida, es tan hermosa cuando se practica el bien y se es fiel a la verdad”.

Amamos la vida y cuando jóvenes nos sentimos dueños del mundo, vivimos para divertirnos, para gozar del amor fugaz, del amor que cambiamos a cada momento en que vemos otra mujer hermosa, exuberante y que nos regalan sus sonrisas. Dimitri había sido uno de esos hombres que sólo conocieron por ejemplos de familia, la soberbia, la indiferencia por nuestros semejantes, tanto así que en una oportunidad como era un oficial del ejército ruso, vapuleo, menosprecio y ofendió a otro de menor rango, retirado de la carrera de las armas, estaba con su hijo Ilyusha Snegiryov de unos 10 años quien al ver tremenda afrenta a su padre, quedó muy herido y triste sentimentalmente. Para Dimitri solo eran cosas superfluas que no afectaban su diario vivir. Creemos tanto en nuestros años de juventud en que el mundo es nuestro y no al revés, nos introducimos en una vorágine de pasiones que no respetamos el valor que tiene entregar el corazón.

Pasión y deseo son dos sentires que parecieran caminar juntas pero no, no es así. Dimitri encontró en Grushenka la perdida de la racionalidad ¿amaba? o únicamente sentía pasión o sea una atracción sexual como nunca había sentido, se sentía insatisfecho, cada momento anhelaba más y más, ya perdía hasta la ecuanimidad, en una alarmante desesperación se convertía en un hombre que perdía lo más preciado, su dignidad y atisbaba a la mujer que lo enloquecía, la quería permanentemente en su vida.

-        Créame amigo, conocer a Grushenka fue terrible para mí, al verla sonreír perdí todo sentido común, me embelesaba verla caminar, hablar y cuando bailaba el deseo se apropiaba de mi ser, mi sangre hervía y sólo quería abrazarla, tenerla y poseerla. Poco a poco fui accediendo a sus caprichos, a su manera de ver la vida y la acompañaba en sus tertulias con amistades que también, la diversión, era el motivo de sus existencias. Ella se convirtió en mi hoy, mi mañana y todo mi vivir. Sabía dentro de mí que me hacía daño la relación que sosteníamos, me fui degradando tanto que no me importaban las actitudes que a veces tomaba y que iban en contra hasta de mi vocación militar. Fue mi hermano que es sacerdote cristiano, el que me comprendió y un día conversamos del amor de Dios, de su infinita bondad y comprendí aceptando que debería alejarme de la mujer que me destruía moral y personalmente.

“Qué será del hombre sin Dios y sin inmortalidad, todo se tolera todo es lícito”

Rodolfo Mendoza

            CONVERSACIONES CON DIMITRI KARAMAZOV

                    


Segunda parte:

“El deseo tiene principio y fin. La pasión es interminable”

 

No únicamente una relación amorosa llena de pureza espiritual, es la que tiene derecho a la felicidad y bendición de Dios. Jesús perdonó a María Magdalena, quien abrió su corazón para que el espíritu santo la redima de todo mal.

-        Dimitri, mi buen amigo en el tiempo, así que llenaste de impurezas tu corazón, una vez leí: “Se siente pasión, “felicidad” y mucho anhelo. A veces se acompaña de una fuerte necesidad. Se necesita de la otra persona, pero también se necesita saciar la lujuria que se siente”. Estuviste confundido, perdiste la noción de lo correcto, pero, qué pasó después, ¿terminaste para siempre esa relación llena de pasión y deseo que turbó tu existencia?

-        Pasaron muchas cosas en el seno de mi familia, que me mantuvieron con desesperanza y preocupación, más que todo por una herencia de mi madre, que me correspondía. Grushenka había pensado lo mismo, de separarnos y regresar a su antiguo amor, pero pudo darse cuenta que en verdad al que amaba era a mí y tuvo la oportunidad de hacerse amiga de mi hermano Alyosha y recibir los buenos consejos del joven acólito que se daba tiempo entre estar en el monasterio y su preocupación por nuestra familia, él logra renovar su fe en Dios y ayuda a Grushenka a renovar, también, su fe cristiana. Nuestra separación obligada por las circunstancias hizo que nuestros corazones sintieran el profundo sentimiento de amor que ya había germinado en nosotros, también descubrió que la lujuria no era ya lo que nos unía sino un profundo sentimiento amoroso. Mi encierro físico y espiritual en la cárcel me hizo cavilar intensamente y pude verme desde la ventana de mi celda pequeña, tal y como había sido: déspota, cruel, insensible, lleno de egoísmo, sin nada de bondad con mis semejantes, me arrodillé y pedí a Dios que me perdone, que me dé otra oportunidad. Créame amigo del tiempo, como usted me dice, que ese día sentí vergüenza de mí y sólo pedía salir de mi encierro para corregir todo lo malo que podría a ver hecho, además sentí que mi afán de caminar para siempre por los senderos de la felicidad con Grushenka, era verdaderamente por el amor, sí, el amor que Dios bendice y sólo pedía una nueva oportunidad.

-        El amor es maravilloso, el amor redime ante Dios, perdonar es asunto de Él, el Dios de la bondad. Así es, muchas veces comenzamos llenos de calor porque no queremos ver el corazón de quienes nos enamoramos y solo nos anima satisfacer el deseo del momento, sin querer conocer el corazón de nuestra pareja, la misma que puede estar llena de esperanzas, de amor  y el tiempo nos va dando la oportunidad de entregarnos, a ambos, a lo que significa: lo bello, lo hermoso que es amar, que es sentir ternura, pasión y amor por ese ser que será nuestra compañera de toda la vida, la que nos dará los hijos que bendecirá Dios y que colmarán de felicidad, la vida de toda pareja – hombre y mujer – que se encontraron por gracia de Dios. Tú Dimitri, buscabas a Dios y solo te encontrabas entre nubes negras que oscurecían tu vida y sin darte cuenta que Él, el Dios de amor estaba siempre cerca de ti, esperando que lo hallabas en cada limosna que diste, al ciego, al mendigo, en cada visita a un enfermo; a Él le dabas de esa manera, tu amor, tu fe. Bendito sea Dios.

-        ¿De dónde vienes amigo del tiempo y qué, es lo que buscas?

-        Pues, mira Dimitri, no lo sé. Me pasa en ciertos momentos en que menos espero, sólo me da sueño, sí, sueño y…mira no lo entenderías, pero qué más pasó.

-        Nuestro encuentro, después que pude salir de la cárcel fue emocionante para ambos, ella y yo nos abrazamos, nos besamos y pude sentir, entonces, que era diferente, que el poder acariciar nuestros rostros,  cabellos, labios y besar nuestros ojos, nos unía más en ternura y un amor que ahora brotaba de nuestros corazones y no de nuestra sangre. Proyectamos huir, sí, escapar de un lugar maldito para encontrar la paz, el sosiego y un pedazo de tierra para formar nuestro hogar, donde viviríamos el inmenso amor que nos profesábamos. Mi hermano Alyosha, bendecido por Dios, fue quien se encargó de todo lo que correspondía a salir de la ciudad con rumbo a nuestro destino, pero en el camino sentí una inquietud y supe que debería cambiar de rumbo hasta no resolver un asunto que le debía a alguien que debería perdonarme, para poder seguir adelante y mi vida sintiera verdaderamente el perdón de Dios. Alyosha, se preocupaba por el tiempo, podríamos ser encontrados por nuestros enemigos y todo se vendría abajo, yo insistí y llegamos al lugar en donde debería cumplir un compromiso con Dios. Nos recibió el papá de Ilyusha Snegiryov, el capitán retirado a quien había golpeado y ofendido, lo que hizo sentirse muy mal al joven que visitaba en ese momento y que yacía en una cama esperando su partida al cielo. Lo despertaron para que yo le hablara, le ofrecí de regalo un cañoncito de oro y no lo quiso, volví a insistir con una de mis medallas de oro con la que me habían premiado por mi valor en batallas ganadas para mi país y asimismo se negó a recibirla y volteó su cabeza que recostaba en su almohada. Miré a Grushenka desesperado, no por el tiempo que se acortaba para salir de la ciudad, sino más que nada por no poder ser perdonado, entonces me paré y me puse en posición militar de atención y dirigiéndome al capitán Snegiryov le dije: “Mi capitán, héroe de nuestra nación, con todo respeto y humildad, pido a usted me perdone por las ofensas que en un momento de ofuscación me atreví a hacerlo con su digna persona”, el niño entonces volteó su cabeza y me miró con admiración y sonrió a su padre quien le dijo “Hijo mío, el oficial Dimitri Karamazov, me ha solicitado perdone sus ofensas, dime tú si debo hacerlo”. El niño IIyusha, me miró y yo le dirigí una mirada de solicitud de perdón y él le dijo orgullosamente a su padre “Si padre, capitán Snegiryov, considero que sí debes darle tu perdón”, entonces mirando a los ojos al niño hice un movimiento de agradecimiento moviendo mi cabeza hacia abajo y él hizo lo mismo en señal de aceptación, sonrió, y se abrazó fuertemente con su padre, hice el saludo militar de permiso para retirarme y abrazando a Grushenka el amor de mi vida salimos y afuera nos esperaba el carruaje que nos llevaría rumbo a la felicidad, felicidad que mi hermano Alyosha, bendecía con su mano derecha. Sentí una gran sensación de alivio en mi alma, en mi corazón que agradecía a Dios por esta nueva oportunidad que me daba y que de allí en adelante junto a Grushenka, viviríamos para amarnos y tener una familia feliz para beneplácito del Dios de Abraham.

-        Me alegra mucho el final de este episodio de tu vida mi apreciado Dimitri Karamazov…pero ¿quién es esta hermosa mujer que se acerca con sus patines en los hombros y con esa bella sonrisa que ilumina este frío lugar?

-        Amigo del tiempo, ella, ella es Grushenka, mi bella mujer que amo más que a mi vida, porque solo vivo para ella y nuestra familia.

 


               

Los hermosos ojos azules y bella sonrisa de Grushenka me hicieron suspirar, era bellísima, efectivamente su sonrisa era fascinante, me dio su mano derecha la que besé con respeto y les dije a ambos “Que vuestro amor sea bendecido siempre por Dios, que la felicidad reine por siempre para ustedes, mis queridos Dimitri y Grushenka Karamazov” me abrazaron, no quisieron que les devuelva el abrigo, ella volteaba de vez en vez y me alzaba su brazo derecho, mientras Dimitri no se cansaba de besarla, suspiré hondamente, se escuchaba a lo lejos una dulce melodía y me dije: Sí mi Señor, gracias por bendecirme en viajar por el tiempo y ser testigo de muchas de tus gracias con que bendices a quienes se lo merecen porque tocas sus corazones y ellos saben corresponder. Y ahora mi querido Dios, el “Amigo del Tiempo” necesita descansar…ya es hora de volver, duermo, duermo…duermm….

 


          






 XVI CMLP

RECORDANDO A DON JULIO BLAKZ

  A raíz de la publicación en el Blog “El Imaginaria” de la entrevista a don Julio Blakz realizada por Ricardo González –XIX, recibí   comen...