martes, 22 de marzo de 2022

Recuerdos del CMLP / De malacates y baños

Recuerdos del CMLP / De malacates y baños

 

Muchachos:

 

La inauguración de hace unos días de nuestro remozado Colegio Militar, ha sido una noticia muy bien recibida al interior de nuestra XIX Promoción, más aun cuando uno de nuestros distinguidos compañeros, ha cumplido el rol de representar al Presidente de la República  en el acto protocolar correspondiente.

 

Habían muchas razones para desechar las vetustas edificaciones, que ya desde nuestros días vividos entre 1962 y 1964, presentaban zonas muy descuidadas y casi inhabitables como La Siberia, y digo casi, porque justamente en un ambiente "rescatado" de  ese Pabellón lúgubre y mohoso, funcionaba el Club de Cuerdas, al que algunos acudíamos para iniciarnos en la música, bajo la dirección del maestro Alcides Carreño, por quien siempre he guardado un gran cariño y respeto.

 

Seguramente y con mucha razón, también han sido desechados los viejos baños y malacates y con ello, alguna parte de la historia escrita en sus paredes, en los que quizás alguien por ahí haya tenido participación.

 

Hay un tema, que podría ser visto como poco edificante, pero corresponde al recuerdo de algunas citas que guardo en la memoria  desde los años compartidos en el Colegio. Se acuerdan de los baños que solíamos usar?. estos no eran diferentes a los baños públicos que aún se pueden encontrar en lugares de poca categoría o de zonas marginales. Había profusión de dibujos de falos, corazones que inmortalizaban nombres o iniciales de amores juveniles (algunos atravesados por sus respectivas flechas), además de recurrentes expresiones groseras y vulgares. Lugares descuidados, donde sólo algunos reservados con sanitarios conservaban sus puertas mal pintadas de color plomo y a otros privados, sencillamente se les había arrancado la privacidad y más bien funcionaban privados de sus puertas. Algunas veces, estos ambientes, tan poco salubres, eran puntos de encuentro para fumarse un cigarrillo a escondidas, evadir alguna clase aburrida, solucionar a golpes alguna diferencia con algún compañero, o para intercambiar alguna que otra conversación entre amigos. 

 

Lo que quisiera rescatar de la demolición de los malacates y baños desastrosos, son un par de citas anónimas que de tanto haberlas leído, aún me causan gracia por lo ingeniosas, se me quedaron en la memoria por ya algo más de 50 años y seguramente algunos de Uds. deben recordarlas igual que yo.

 

Aun cuando resulta poco elegante andar recordando estas cosas, creo que las Citas son citables, si vale el término  y las transcribo tal como recuerdo que se presentaban en esos momentos de intimidad y a veces no tanta, en los que dábamos por terminada la digestión. Una de ellas decía: "...Cadete leonciopradino, a la hora de cagar, fíjate con disimulo, cómo te acaricia el culo la suave brisa del mar..." y la otra, no menos ingeniosa "...De los placeres del mundo, el más rico es el cagar. Con un cigarro encendido, el culo queda agradecido y la mierda en su lugar...". 

 

Quiénes serían los autores de estas líneas poéticas, que eran literalmente un "cague de risa", que ya cuando llegamos al Colegio nos habían precedido y seguramente nos han sucedido para la ilustración de otras promociones posteriores. Indudablemente tienen su lado literario. Lo cierto es  que corresponden a la extensa  lista de frases y citas que hemos compartido a lo largo de nuestros días en el CMLP, como aquella particularmente graciosa que decía "...qué me mira cadete, quiere que le regale una foto mía calato, orinando y de perfil..." , parlamento llevado al cine en un pasaje de la película "La ciudad y los perros" y que no corresponde al texto de la novela de nuestro Mario Vargas Llosa, sino al repertorio de frases que  solían usar  algunos de nuestros monitores con sentido del humor, en nuestros días de perros de 1962, seguramente heredada, como otras, de alguna ocurrencia feliz de algún personaje anónimo de alguna  promoción anterior, que alguno de los nuestros, en su momento ha contribuido a su supervivencia, repitiéndola años después.

En fin, hay muchas cosas buenas por recordar de nuestro paso por el Colegio y otros recuerdos de menor trascendencia,  como los que hoy he traído en estas líneas, no tan finas, pero que pretenden reflejar pasajes de nuestro día a día, como transcurría en nuestros años de convivencia en el CMLP.

Saludos. Que tengan un feliz fin de semana.

 

Juan Carlos Barreda Salinas ( SHAINS)


Juani desde el cielo nos alumbra,

Crònica sacada de los archivos de Ricardo Gonzalez Costa


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