Recuerdos del CMLP / De malacates y
baños
Muchachos:
La
inauguración de hace unos días de nuestro remozado Colegio Militar, ha sido una
noticia muy bien recibida al interior de nuestra XIX Promoción, más aun cuando
uno de nuestros distinguidos compañeros, ha cumplido el rol de representar al
Presidente de la República en el acto
protocolar correspondiente.
Habían
muchas razones para desechar las vetustas edificaciones, que ya desde nuestros
días vividos entre 1962 y 1964, presentaban zonas muy descuidadas y casi
inhabitables como La Siberia, y digo casi, porque justamente en un ambiente
"rescatado" de ese Pabellón
lúgubre y mohoso, funcionaba el Club de Cuerdas, al que algunos acudíamos para
iniciarnos en la música, bajo la dirección del maestro Alcides Carreño, por
quien siempre he guardado un gran cariño y respeto.
Seguramente
y con mucha razón, también han sido desechados los viejos baños y malacates y
con ello, alguna parte de la historia escrita en sus paredes, en los que quizás
alguien por ahí haya tenido participación.
Hay un
tema, que podría ser visto como poco edificante, pero corresponde al recuerdo
de algunas citas que guardo en la memoria desde los años compartidos en el Colegio. Se
acuerdan de los baños que solíamos usar?. estos no eran diferentes a los baños
públicos que aún se pueden encontrar en lugares de poca categoría o de zonas
marginales. Había profusión de dibujos de falos, corazones que inmortalizaban
nombres o iniciales de amores juveniles (algunos atravesados por sus
respectivas flechas), además de recurrentes expresiones groseras y vulgares.
Lugares descuidados, donde sólo algunos reservados con sanitarios conservaban
sus puertas mal pintadas de color plomo y a otros privados, sencillamente se
les había arrancado la privacidad y más bien funcionaban privados de sus
puertas. Algunas veces, estos ambientes, tan poco salubres, eran puntos de
encuentro para fumarse un cigarrillo a escondidas, evadir alguna clase
aburrida, solucionar a golpes alguna diferencia con algún compañero, o para
intercambiar alguna que otra conversación entre amigos.
Lo que
quisiera rescatar de la demolición de los malacates y baños desastrosos, son un
par de citas anónimas que de tanto haberlas leído, aún me causan gracia por lo
ingeniosas, se me quedaron en la memoria por ya algo más de 50 años y
seguramente algunos de Uds. deben recordarlas igual que yo.
Aun cuando
resulta poco elegante andar recordando estas cosas, creo que las Citas son
citables, si vale el término y las transcribo tal como recuerdo que se
presentaban en esos momentos de intimidad y a veces no tanta, en los que
dábamos por terminada la digestión. Una de ellas decía: "...Cadete
leonciopradino, a la hora de cagar, fíjate con disimulo, cómo te acaricia el
culo la suave brisa del mar..." y la otra, no menos ingeniosa "...De
los placeres del mundo, el más rico es el cagar. Con un cigarro encendido, el
culo queda agradecido y la mierda en su lugar...".
Quiénes
serían los autores de estas líneas poéticas, que eran literalmente un
"cague de risa", que ya cuando llegamos al Colegio nos habían precedido
y seguramente nos han sucedido para la ilustración de otras promociones
posteriores. Indudablemente tienen su lado literario. Lo cierto es que
corresponden a la extensa lista de
frases y citas que hemos compartido a lo largo de nuestros días en el CMLP,
como aquella particularmente graciosa que decía "...qué me mira cadete,
quiere que le regale una foto mía calato, orinando y de perfil..." ,
parlamento llevado al cine en un pasaje de la película "La ciudad y los
perros" y que no corresponde al texto de la novela de nuestro Mario Vargas
Llosa, sino al repertorio de frases que solían usar algunos de
nuestros monitores con sentido del humor, en nuestros días de perros de 1962,
seguramente heredada, como otras, de alguna ocurrencia feliz de algún personaje
anónimo de alguna promoción anterior, que alguno de los nuestros, en su
momento ha contribuido a su supervivencia, repitiéndola años después.
En fin,
hay muchas cosas buenas por recordar de nuestro paso por el Colegio y otros
recuerdos de menor trascendencia, como
los que hoy he traído en estas líneas, no tan finas, pero que pretenden
reflejar pasajes de nuestro día a día, como transcurría en nuestros años de
convivencia en el CMLP.
Saludos.
Que tengan un feliz fin de semana.
Juan
Carlos Barreda Salinas ( SHAINS)
Juani desde el cielo nos alumbra,
Crònica sacada de los archivos de Ricardo Gonzalez Costa
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