DESCUBRAN Y CELEBREN EL SIGNIFICADO DEL 60° ANIVERSARIO – BODAS DE DIAMANTE

 Por ;

Juan Hector Bendezu Iriarte

XVIII PROMOCION

 Todo llega en su momento, como todo tiene su final, el día, el mes, o el año, los que se cumplen en su medida y cada cierto tiempo, para afirmar las alegrías del presente, narrar las memorias del pasado y para proyectar las aspiraciones del futuro. Medir y vincular dos instantes es importante, el inicio y el término, el comienzo y el final, marcando momentos oportunos, para sellar y celebrar el hecho, como un regalo de vida. 

 Al año de cumplido, decimos el “aniversario”, a medida que se van acumulando los años anteponemos el numeral respectivo y cuando se impone celebrar aniversarios importantes de trayectoria corporativa o individual de instituciones o grupos humanos, por la condición, el enlace o vinculo existente, celebramos las “bodas”, tradicionalmente representadas por una joya: llámese de plata, oro, diamante, platino o de titanio, a los 25, 50, 60, 65 y 70 años respectivamente.

 Las cualidades de estas joyas, que denotan finura, exquisitez, belleza, longevidad y valor, varían y se diferencian al mismo tiempo, por su tonalidad, intensidad, durabilidad y permanencia, con el correr de los años, se han destinado para cada caso, como un obsequio o un presente y en representación simbólica, para celebrar tradicionalmente un acontecimiento, en razón del periodo de tiempo transcurrido. 

 En este 60° aniversario de las “Bodas de Diamante”, cuya joya del mismo nombre, es apreciada por su belleza, además de ser poseedora de sus cualidades, de durabilidad y su capacidad de resistencia al desgaste, la abrasión y las rayaduras, se ha demostrado, que nada puede rayar al diamante, salvo otro diamante, alcanzando de esta manera, la escala más elevada de fortaleza, belleza, dureza y valor, que la convierte en transcendente. 

Por ello, para los que cumplimos las bodas de diamante, resulta un hecho que trasciende, no sólo por los años vividos y de logros alcanzados, sino por la propia naturaleza de vida compartida en nuestro tránsito estudiantil, que ha marcado en nuestro inconsciente colectivo, invitándonos a la reflexión y al echar la vista hacia atrás, ver con perspectiva todo el camino recorrido, desde los anhelos iniciales del ingreso a nuestro querido colegio, hasta estos momentos de vida. 

Celebramos con el compromiso y la firme convicción de continuar con fidelidad por sus fines y objetivos y por el lema institucional que nos encarna, como un acto de renovación de lazos de compromiso contraído, de fraternidad promocional, y de fidelidad institucional por nuestro querido Colegio Militar Leoncio Prado. 

Significa también, brindar por lo que hemos realizado, por el hoy y por lo que viene, con la firmeza de nuestros años mozos para continuar siendo lo que hemos alcanzado, con visión clara, con pasión por lo que hacemos, con los avatares del crecer y el aprender: como nuestro permanente y principal objetivo.

 Pero la mejor manera de retribuir por todo lo que hemos recibido, durante estos años, se manifiesta por nuestra GRATITUD, una palabra tan simple pero que encierra un profundo significado. 

Agradecidos por las maravillosas bendiciones que hemos recibido y las grandes oportunidades que hemos tenido. A nuestros padres, familiares, profesores y amigos, oficiales y suboficiales, expresamos nuestra gratitud y a todos los que nos han ayudado de alguna manera. Esa gratitud, ese agradecimiento, debemos entenderlo como el sentimiento o la virtud, emoción o actitud mediante la cual, reconocemos los beneficios o favores que hemos recibido durante los 60 años de egresados de nuestro querido colegio, en el camino del cumplimiento de nuestro lema: DISCIPLINA, MORALIDAD Y TRABAJO. 

Juan Héctor BENDEZU IRIARTE –

 9ª. Sección - XVIII PROMOCION

HOMENAJE A LA PRIMERA PROMOCION DEL CMLP

 HOMENAJE A LA PRIMERA PROMOCIÓN LEONCIOPRADINA Y 

CELEBRACIÓN 71 AÑOS DE CREACIÓN DEL CMLP” 

Por :

Rodolfo Mendoza

XVI

27 de Agosto de 2014, un día lleno de sol, anunciando con la misma alegría de siempre, la celebración del aniversario de nuestro querido colegio militar. Asimismo, parecía un día de los tantos, soleados, que la primera promoción gozó en su alma mater, cuando conformaban el batallón de los caballeros cadetes que iniciaban el glorioso comienzo del insigne Colegio Militar Leoncio Prado. 

Las gaviotas de la Costanera, revoloteaban los aires de nuestra puerta principal como saludando a los mismos jóvenes que en 1943 llegaron para cambiar sus vidas al haber logrado ingresar, después de un riguroso examen, al centro educativo que los aguardaba para comenzar, también, el engrandecimiento de hombres que han dado lauros deportivos, profesionales, y del arte a nuestra querida patria. Los años han pasado, pero no cambiaron su gran amor de hermanos, ellos siguen conformando un grupo de señores que conocieron en sus años en el CMLP: la amistad, lealtad, solidaridad y el amor inquebrantable a su alma mater, cuna de hombres de bien y que hoy retornan para recordar sus inolvidables años de soldados, de estudiantes y de caballeros cadetes. Emocionante homenaje a hombres que siguen la tradición leonciopradina.

Becados en la Academia Militar West Point en los EEUU y convertidos en oficiales del ejército peruano, médicos, ingenieros, abogados, presidente del Congreso de la República, Presidente de Petroperú, etc. Se reencontraban y recordaban sus días gloriosos en que fundaron nuestro amado colegio militar. Pudimos César Elías y yo, gozar de sus anécdotas y puyas leonciopradinas que los hacían revivir lindos momentos que experimentaron en las aulas, el comedor, el estadio y en las marchas de campaña. Así como también los desfiles de cada 29 de Julio, en los años que estuvieron juntos. Ellos, nos incluían en sus bromas, tal como en sus épocas de cadetes leonciopradinos. No existían ya sus profesiones, ni mucho menos los cargos desempeñados en sus vidas profesionales. Eran hoy día, los mismos perros, chivos y vacas (apelativos tradicionales) de sus años hermosos que vivieron juntos, entre los viejos muros de su alma mater.

Un homenaje que se merecían desde hace un largo tiempo y que gracias a la iniciativa de leonciopradinos de corazón, entusiasmo y organización de Mario del Castillo, que además contó con el apoyo decidido, del Coronel EP Cronwell Espinoza Sotomayor, director del CMLP. Por la Celebración del Día Central del Aniversario de la Inauguración del CMLP, el batallón de cadetes realizó la reafirmación del Juramento a los principios del Colegio Militar Leoncio Prado. Se colocaron ofrendas florales de la Comandancia General del Ejército, la Asociación Leonciopradina y otros. 

Tuvimos la satisfacción de participar en la inauguración de seis aulas nuevas con proyectores para mejorar a partir del día hoy, las clases que se dictarán, así como también la inauguración del Club de Ajedrez, sala para la APAFA del CMLP, y también juegos de fulbito, televisores de pantalla plana etc. en el Casino de los Cadetes, quienes a partir de ahora, podrán mejorar su aprendizaje y distracción.

Emotivo y feliz día fue para los señores excadetes de la primera promoción, quienes tuvieron la gran alegría de volver a estar juntos en su alma mater, tan igual que hace 71 años. 

César Elías y yo, nos sentimos tan emocionados, que nos hubiese gustado, también, desfilar en honor a tan dignos caballeros cadetes y profesor tan querido, como el señor Blackz Sánchez.

Cada uno de nuestros hermanos mayores, sintieron la misma alegría de sus años gloriosos y sintieron muy dentro de sus corazones, que ellos eran quienes estaban conformando el batallón de cadetes que desfilaba por el patio central, con su excelente escolta al frente de su compañía. Seguirán siendo siempre, los mismos jóvenes estudiantes que tuvieron la gloria de iniciar el nacimiento de un insigne primer colegio militar de la república. Sus ojitos brillaban por la emoción de sentir el tronar de los tambores y las cornetas que anunciaban que la primera promoción del Colegio Militar Leoncio Prado estaba presente al igual que en el año 1943, exclamando su grito de caballeros cadetes… ¡GLORIA...GLORIA…CADETES DEL COLEGIO MILITAR LEONCIO PRADO!

¡Seguiremos brillando siempre…como Azul Hoguera!

Rodolfo Mendoza

XVI CMLP

QUE BELLOS TIEMPOS AQUELLOS

 

                                        QUE BELLOS TIEMPOS AQUELLOS!

Por:

Rodolfo Mendoza

XVI

Que bellos tiempos aquellos…que nostalgia y que lindo recordarlos. Caminaba bajo la lluvia, como siempre, como me agrada, mi rostro y cabello mojados y sin embargo mi mente estaba en el pasado…Sí, en los bellos tiempos aquellos. 

La barca, aquella barca en la que nos convertiríamos en navegantes de una bella historia, aquella barca de la que nunca jamás quisimos dejar de remar, aquella barca en la que llegamos a amarnos como verdaderos hermanos de sangre… ya partía del puerto de las ilusiones; algunos llegábamos retrasados, la despedida de las noviecitas de entonces nos hacían suspirar, sin embargo felices abordamos la nave para hacer realidad nuestros sueños hermosos, nuestros compromisos con el destino que nos uniría eternamente, conformando una de las promociones más unidas de todos los tiempos en el Colegio Militar Leoncio Prado.

- ¡Berguido, Young…que esperan carajo, corran, corran, que ya se levantó el ancla de la Decimosexta!... ¡¿Se la quieren perder?!

- No mi Teniente, es que sabe qué…veníamos del aeropuerto y la llanta del carro reventó y…este…

- Ajá, mosca, sabidito, palomilla, ya estás en el Perú y ya veremos en el periodo de adaptación.

Imposible, nadie quiso perderse la oportunidad de ser un leonciopradino, de pertenecer a la gran dieciséis, de vestirse de soldado, de conocer y compartir sudor y lágrimas perteneciendo a una promoción que sigue marchando, trotando, rampando, al paso ligero, al paso de desfile, llegamos chiquillos de todas las sangres, desde el interior del país, de barrios ricos y pobres, así como de lejanos países como Panamá, Bolivia y Venezuela. Todos llegamos a unir de verdad nuestras sangres, que sigue corriendo por nuestras venas, con el mismo amor desde aquel año tan especial para nuestras vidas, tanto así que un nieto de un hermano de nuestra decimosexta sigue sus estudios universitarios por una beca otorgada por un componente de la legión extranjera. 

¡Que bellos tiempos aquellos…que nostalgia y que lindo recordarlos…!

La angustia de ver el cuadro de méritos ya había pasado, ya estábamos de beige con botas negras y cristina con el rombo celeste, las vacas y chivos aún no estaban en el viejo cuartel que nos albergaba momentáneamente sólo a nosotros, únicamente los monitores nos masacraban haciéndonos marchar mañana, tarde y noche.

- Pucha, para que postulé carajo, si lo hubiese sabido ahora estaría en casita comiendo las exquisiteces que me prepara mi viejita y no ese “engrudo” en el desayuno o ese locro que nos dan en la noche y para remate ya me duelen las patas de tanto correr y marchar…por la put…

Los pitiones de siempre, me hacen reír, ya que cuando nos tocó entregar nuestras prendas que obligaba el reglamento militar al terminar nuestros estudios, eran los que más lloraban de nostalgia, sí… esa nostalgia que perdura, que duele, pero que nos hace vivir siempre en el pasado hermoso de una juventud que se reencarna cada viernes, cada año en los reencuentros, cuando felices volvemos a estar cada semana por las noches en nuestro rinconcito de San Borja al lado de Daniel Mojovich y con todos los que se hacen presentes para volver a estar juntos como en las noches en las cuadras y recordar momentos tan significativos como cuando en el patio central demostráramos ser los mejores marchando al paso de desfile…Como nos extrañan los malacates, las cuadras, las aulas, los arcos del estadio donde Gasparín Duffó, demostró siempre ser un hombre elástico, su talla superada por nuestro campeón sudamericano el gran guarda piolas Alfredo Deza impidió que estuviera como titular…qué tiempos aquellos tan lindos en que éramos no sólo buenos estudiantes sino además grandes deportistas. Recuerdo cuando César Hübner gritaba desaforado…

- ¡Corre, corre Marusic…corre Marusic que ya eres campeón…corre carajo…corre, corre… que a Pepe Lira lo dejaste muy atrás!

Se ha hecho de día y los campos lucen hermosos con la luz del sol que ilumina los verdores de las riberas del río Mantaro, así como los colores tan bellos de las flores que me hacen recordar las que veía crecer en los jardines del viejo cuartel Guardia Chalaca y que con gran esmero cuidaban los jardineros de aquellos lindos tiempos que han quedado impregnados en nuestras mentes y corazones con mucho amor de jóvenes estudiantes.

- Zambitos, estoy de imaginaria y ustedes están reunidos a estas horas, son ya las tres de la madrugada, si nos pescan seguro me darán hasta tres privaciones de salida de paseo…vamos Carlos, Barbón, Kike, Charlotte, Lalo tú eres de la segunda, está bien que yo sea tranqui pero ya… ¡A sus cuadras carajo…!

- Ya pe Fransuá, estamos haciendo planes para el futuro, no te malees, pero sí, tienes razón no vayan a castigarte por nuestra culpa….muchachos mañana…continuaaaarrrr…. 

Las aves son inquietas y siempre su anhelo es encontrar nuevos paisajes por lo que abren sus alas y empiezan con el aleteo de la despedida, del hasta pronto, que con firmeza las hacen volar y volar en busca de esos lindos rumbos para hallar sus propios destinos. 

Eran los llamados ahora “La legión extranjera”, sí, hermanos cuya visión estuvo en hacer la América y lo hicieron para beneplácito no sólo de ellos sino además para nosotros su querida promoción, de quienes jamás se olvidaron, tanto así que siempre están cada año para los reencuentros, para los juegos deportivos de la Asociación Leonciopradina, donde nuestra Decimosexta obtiene con pundonor medallas de oro, plata y bronce en las distintas disciplinas deportivas en las que competimos con el mismo ardor, fuerza y calidad de campeones de antaño. Durante seis meses volvemos a vernos y gritamos desde las gradas de nuestro estadio las vivas y arengas para nuestros grandes deportistas, cada promoción retorna a sus bellos tiempos y vive nuevamente su linda etapa de estudiante de caballero cadete. 

Años maravillosos, que bellos tiempos aquellos…es lindo recordarlos, así escuchando “Maksim – Somewhere in time”, haciéndonos recordar a eximios cadetes pianistas cuyas interpretaciones gozábamos en el auditorio de nuestro querido plantel, sí, el Colegio Militar Leoncio Prado, cuna de excelentes profesionales que destacan en el Perú y en el extranjero. Cierro mis ojos y duermo, sueño y vuelvo a ver a la gran escolta de nuestra promoción, cómo no estar orgulloso de que fueran considerados entre las mejores escoltas de Sudamérica, cómo no vivir con la satisfacción de haber compartido cuadras y aulas con grandes amigos, hermanos de sangre que estemos donde estemos sentimos todos el mismo amor fraterno que nació para perdurar hasta siempre, hasta más allá de la vida misma…eternamente. 

Volvemos siempre a nuestras aulas y cuadras que guardan grandes anécdotas y recuerdos imperdurables que guardamos en el corazón, así como también nuestra pista central donde volvemos a demostrar que seguimos siendo aún los mismos militares de años hermosos de una juventud anhelante de encontrar un gran porvenir para el bien de nuestra patria, podemos estar impedidos físicamente pero nuestro valor que se conserva intacto nos hace estar presentes en las filas de nuestro batallón con ese inmenso amor a nuestra patria y nuestro viejo cuartel.

Gallardos tan igual que los años maravillosos, precisión en cada paso, oigan escuchen, vean a la gran Dieciséis…está de retorno…está presente…en su alma mater el… Colegio Militar Leoncio Prado.

Me aguarda siempre una roca muy cerca de mi lugar preferido en los montes de mi bella sierra peruana, donde voy siempre para volver a vivir mis tiempos aquellos tan bellos, me siento en ella y mirando el infinito, el hermoso cielo estrellado, retorno, sí, retorno al patio de las cuadras de tercero y miro a mis amigos tan igual como si fuera ese año inolvidable de 1959, caritas llenas de angustia, felices otros como Carlos Verano, yo desde un rincón observo y los miro tan igual como ese gran día y sé que llegará el momento en que volveremos a estar juntos todos con Carecostra que tendrá lista su libreta y lapicero para las papeletas que se ganarán O´Hara, Deza y Bosanic.

En un lugar especial que tiene el almacén de nuestro viejo cuartel, se guardan de la decimosexta promoción, las fornituras, tahalí, correajes, cascos, cantimploras, mochilas, mamelucos de campaña, bayonetas y el gran compañero nuestro a quien tendríamos que cuidar como a nuestra propia alma que es lo que nos enseñaba el teniente Oswaldo Sandoval de la sexta promoción… el fusil Máuser, todas esas prendas y armamento aguardan, esperan con nostalgia, saben que llegará el día después del toque de Diana en que todos llegaremos para tomarlos y vestirnos nuevamente de beige con borceguíes negros y fusil a la bandolera, emprenderemos juntos, como siempre, con ese espíritu guerrero siguiendo a nuestro oficial Víctor Aguirre Moreno para la gran formación general, pasar revista, y con energía, porte militar, y henchidos los corazones saldremos, como entonces, por la puerta de la avenida Costanera marchando al paso redoblado con el mismo porte de aquellos años tan bellos y que es lindo recordarlos, rumbo a la gran maniobra militar que emprenderemos hacia el cielo…unidos por la misma sangre, juntos como siempre de hermano a hermano…llenos de gozo espiritual con la satisfacción de haber buscado siempre en nuestras vidas la excelencia aprendida emprenderemos así nuestra marcha de campaña …con la bendición de Dios nuestro Señor.

¡SEGUIREMOS BRILLANDO, SIEMPRE, COMO AZUL HOGUERA!

Rodolfo Mendoza

XVI CMLP 

BOLETIN DE LA XIX-12-8-1993

 

 

EL RETORNO DE LOS DIOSES

Por :

Rodolfo Mendoza

XVI

ROBERTO ABUGATTÁS, ALFREDO DEZA, LUIS ARBULÚ Y OSCAR CANQUI: CUATRO CAMPEONES SUDAMERICANOS.

Los historiadores Heródoto y Diodoro Sículo, recorrieron todo el mundo griego y recabaron muchas historias que escuchaban, las cuales se convirtieron por ellos en numerosos mitos y leyendas de semidioses, que asombraron a nuestro mundo. Asimismo Hermes y su Lira cantaban el nacimiento de héroes que nacían de la relación entre los humanos y dioses del Olimpo. De esta manera se conocieron los Relatos Míticos, como los de Apolonio de Rodas, que cantó los viajes de Jasón y los argonautas para recobrar un vellocino de oro de la mítica tierra de Cólquida.

Estos escritos dieron lugar a la aparición de héroes que son aquellos hombres que realizan proezas extraordinarias, como los semidioses mitológicos helénicos que fueron conocidos gracias a los Cantos de Homero, y que sus proezas perduran a través del tiempo.

Nuestra querida alma mater, tuvo tiempos gloriosos que deben volver. Tiempos con sus héroes que enorgullecen a todo leonciopradino desde la primera promoción hasta los tiempos en que yo estuve en el Colegio Militar Leoncio Prado. Estos bellos tiempos que guarda mi mente y que yo les canto siempre como esos himnos homéricos, también para revivir las hazañas de nuestros héroes o semidioses como Roberto Abugattás XV, Alfredo Deza XVI, Oscar Canqui XX y Luis Arbulú XXIV, guerreros mitológicos de nuestro amado Colegio Militar Leoncio Prado.

Hoy, emulando a esos poemas helénicos, nuestros semidioses nos hicieron volver a vivir sus gloriosas hazañas, que los cuatro viejos muros del colegio militar, guardan celosos para cantar cada año, cuando ellos como el día de hoy nos ofrendan con amor volviendo a hacernos gozar de sus triunfos en las pruebas atléticas en que participan.

Áyax el Grande, Odiseo, Aquiles, Héctor, Paris y el joven Patroclo, ofrendaron sus vidas en luchas heroicas y que se consumieron en las piras funerarias de aquellos tiempos, prematuramente, a cambio de ser recordados por toda la eternidad. Así, Roberto Abugattás, Alfredo Deza, Oscar Canqui y Luis Arbulú, sus hazañas llenas de gloria y que cuyas preseas de oro, permanecerán por siempre en las vitrinas de los más hermosos recuerdos del Colegio Militar Leoncio Prado. Como homenaje imperecedero que guardaremos eternamente, en nuestros corazones de cadetes leonciopradinos, para gloria de nuestros héroes. ¡Oh Semidioses, cómo no gritar de emoción, cómo no vivar vuestras hazañas, cómo olvidarlos, si siempre nos dejan volver a vivir sus gloriosas proezas, que guardaremos por siempre jamás!

La pista atlética y la valla de salto alto, de nuestro amado colegio militar, guardan celosas las huellas de sus primeros pasos en sus inicios, de sus famosas participaciones y de sus gloriosos triunfos, que cada cadete leonciopradino guarda en sus corazones, con orgullo, con amor y con agradecimiento.

Cada vez que visito mi alma mater, después de verlos en los Juegos Deportivos Leonciopradinos de cada año, ganando las medallas de oro y me encuentro en los lugares de sus triunfos atléticos, tal como Homero en sus Canticos Helénicos, me digo orgulloso:

”Cuando yo muera y cuenten mi historia, díganles a las nuevas generaciones que yo estuve en el Colegio Militar Leoncio Prado, en los históricos y gloriosos tiempos de: Roberto Abugattás campeón sudamericano y mundial máster de salto alto, de Alfredo Deza Fuller, campeón sudamericano de 110 metros con vallas, de Oscar Canqui campeón sudamericano en salto alto y de Luis Arbulú pentacampeón sudamericano en salto alto”.

Rodolfo Mendoza

XVI CMLP 

EL IMAGINARIA OCTAVIO MERINO

 

EL IMAGINARIA OCTAVIO MERINO

Por :

Rodolfo Mendoza

XVI

Son las tres horas del 20 de enero del 2011 y la falta de oxígeno, me asusta. Levanto los brazos y trato de hacer ejercicios que me ayuden a oxigenar mis pulmones, miro la puerta de mi dormitorio para ver si aparece el cadete imaginaria del tercer turno, pero no, no estoy en 1959.

- ¡Imaginaria del tercer turno, a mí!

Era el teniente Aguirre Moreno Víctor. Octavio Merino Bartet, tiembla, no de miedo sino de furor, no estaba acostumbrado a recibir gritos de nadie, sin embargo, recordaba que nuestro capitán Jorge Ciurlizza de la Guarda, nos había rememorado cuál era el servicio de imaginaria que él también había aprendido.

- ¡Presente mi teniente, sin novedad en el servicio del tercer turno!

- ¡Muy bien, cualquier novedad estoy en el detall!

- ¡A la orden mi teniente!

Pucha madre, ¡tan bien que estaba durmiendo...! ¡Qué piña soy, carajo! Me tenía que tocar el turno más bravo, en fin... 

¿Se acerca mi fin? Espero que todavía no, me faltan algunas cosas por cumplir, Señor, permite que los deje bien establecidos y mis hijos no tengan problemas más tarde. Sólo eso mi Señor, lo demás no importa. Mi respiración se torna ya casi normal y me viene un adormecimiento que logra mitigar mi preocupación y plácidamente vuelvo a soñar. 

Octavio Merino estaba casi cayendo vencido por el cansancio, después de todo, es natural después de un día de ejercicios y marchas, sin embargo, el quejido de un compañero desde la otra cuadra lo hace reaccionar y se acerca presto al camarote donde descansaba Teddy Quiroz...

- Seguro está soñando con su "costilla" y por eso se queja.

Un silbido lo hace voltear apresuradamente.

- ¡Cuando no!, tenía que ser el “Caimán” Napoleón seguro está soñando con su selva y cree que está llamando a los monos de su tribu... ¡Carijo, yo qué tengo que ver con los demás!, primero es mi sueño, ¡a descansar cadete Merino!

Cuando Octavio Merino estaba ya para acomodarse en los brazos de Morfeo, sintió un ruido extraño en el corredor de las cuadras de la 1ra. y 2da. sección.

- ¡Quién anda ahí, carajo! ¡Te fusilo perro, no te muevas!

- ¡Tranquilo, imaginaria, soy el cadete Rebatta! ¿Sabes?, hoy es el cumpleaños de mi novia, soy chalaco y puedo "tirar contra". Mira, no me demoro, ella vive en La Perla y me está esperando despierta, así quedamos el día domingo; el imaginaria de mi cuadra ya sabe y no hay problema.

Todas las ganas de descansar se le quitaron a nuestro imaginaria. Octavio Merino Bartet recordó entonces las enseñanzas de nuestro capitán Jorge Ciurlizza de la Guarda, quien nos inculcaba: "El imaginaria es el soldado que vela por sus compañeros, su servicio es muy importante; de su cumplimiento, depende la vida de sus camaradas de combate”.

- Pucha Zambito, ni de vainas... ¡No sales caricho!, vete a tu cuadra o te paso un parte al teniente de turno, no insistas porque ya tengo el lapicero en la mano. ¡Paso ligero miércoles, paso ligero! Ta huevón este! ¿Qué cosa quiere, que lo boten? No, no puedo permitir eso, es por su bien. 

No puedo dejar de dar vueltas en la cama, pienso en las Bodas de Oro de mi promoción. ¡Cómo se fueron 5O años!, me parece que hace poco llegué con casaca roja y jean de color negro con bastas de color crema. ¡Cómo me batían mis nuevos compañeros de colegio! Y también cómo me auscultaban los monitores Vega Boggio y el colorado Adhemar Sierralta, quién se me prendió desde el principio por la forma en que llegué vestido, ahora los postulantes tienen la obligación de presentarse en ropa formal: terno y corbata.

- Bueno, espero que todo continúe con tranquilidad, todavía está para rato el tercer turno. ¿Qué pasa? ¿A dónde van, “perros”? ¡No hagan ruido! ¿Qué pasa con ustedes? Tú, “Pucho” Vignolo y tú también “Pequeñito” Tácito Rodríguez, ¿a dónde carijo creen que van?

- Merino, tú no te metas, hoy día nos "desahuevamos" – peleamos - Esto es cosa de nosotros, nos vamos al malacate... ¡Así que no te metas!

- ¿Qué cosa, Enano?, y tú, pecoso de “miércoles”... ¡Yo soy el imaginaria, aquí nadie se pelea con nadie! ¿Dónde está la hermandad que hemos prometido a nuestro capitán? ¿Dónde “chiche” está nuestro afán de ser la mejor promoción de este colegio? ¡Ni de vainas, carajo! ¡A sus camarotes o los mando al Consejo de Disciplina! Y mirándolos de reojo, como si anotara en su cuaderno, continuaba: a ver… Tulio Vignolo y Tácito Rodríguez, a las tres y treinta horas del día...

Vuelvo a sentir el malestar que aprieta mi pecho, me siento en la cama moviendo los brazos tratando de sentir el aire que me devuelve a la vida. ¿Dónde estás imaginaria? Necesito de tu ayuda... Sé que tú no dejarás que me lleve el infierno, toca, toca el pito, imaginaria.

- ¡Y ahora quién se está quejando!... 

Nuestro imaginaria corrió a la cuadra B donde dormía “el Loco” Verano Figallo y se encontró con Jorge Piscoya, quejándose de un profundo dolor estomacal.

- ¡Tranquilo cholo, tranquilo que yo te llevaré a la enfermería!

Octavio Merino, calzó con las zapatillas de cuero negro a Piscoya y lo arropó con el capotín de grueso paño de color verde, sin presentarse al teniente de servicio, ya que, si se oficializaba su ingreso a la enfermería, Piscoya no saldría el próximo sábado. Llevó entonces a su compañero de armas rumbo a la enfermería, donde fue atendido por el enfermero de apellido Santos. No te preocupes, no es apendicitis, más bien parece una infección fuerte al estómago. El antibiótico y el analgésico harán efecto dentro de unos veinte minutos, vuelve a tu servicio, aquí queda en buenas manos...

Entonces el cadete del tercer turno de Imaginaria, se sintió verdaderamente un soldado. Comprendió entonces cuál era su misión, espiritualmente sentía una enorme satisfacción de ser el responsable de la vida de cuarenta hombres, que dormían plácidamente, soñando con el futuro de sus vidas, pero esta vez con la tranquilidad que eran velados por el servicio de imaginaria que había comprendido el verdadero valor de su misión.

“Pronto será marzo y entonces volveré a estar con mis compañeros de promoción. Esta vez será la mejor reincorporación al CMLP. No me he perdido la de "perros" ni la de "chivos", fueron hermosas vivencias las que tuvimos, quienes no faltamos a ese compromiso. El solo hecho de saber que retornaré a 1961, hace que mi corazón palpite con más normalidad.... ¡Hay 59-314 para rato, carajo!”

- ¡Pucha, se va a terminar mi servicio! Debo pasar revista a todos estos "perros" que duermen muy tranquilos, sin saber que mañana nos sacarán la michi en la marcha de campaña de todos los sábados.

Miró al “Pintón” Anyulo Azevedo y se decía para sus adentros: "Así que tu papá se parece al actor de cine Tyrone Power... jajajaja... “pezuñento de miércoles", mientras lo cubría por completo con la frazada gris, para que no se resfriara. Continuó caminando, vio la carita inocente de Cuba Solari, la fuerte respiración de Chaccha Luis Hermoza, la figura desproporcionada de su "pata" Berrocal Centeno, no cesaba de reírse al ver la carita de ángel con la que dormía nuestro “Chinito” Koo Wong.

- “Chinito pendejo” 

Siguió caminando, observando que todos estén debidamente abrigados, se mató de risa y aguantó la carcajada cuando vio a Humberto Marrufo durmiendo con su famoso llavero en la mano derecha... ¡Pucha que eres único! Y cuando llegó al camarote del “Loco” Saavedra, se preocupó de amarrarlo bien con las sábanas y frazadas, bien metidas entre el colchón y el catre... ¡“Loco de miércoles”, no se vaya a caer! 

Volvió a ver a Chaccha Hermoza y miró su ropero, sabía que se encontraba lleno de exquisiteces que le enviaban de Cusco... pero no, “ni siquiera pensarlo carajo”, él era el servicio de imaginaria. 

Pasó a la otra cuadra y vio cómo dormía plácidamente el “Barbón” Geo Seminario: "Pucha se acostó afeitado y miren ahora, ya está barbón nuevamente"... "Ni modo, Barboncito, tienes que afeitarte al toque de diana". Vio a Vargas Machuca y dijo para sí: "Menos mal que alivias el calor con el ventilador de tus grandes orejas... jajajaja”.

- Y este "angelito", duerme como una mansa paloma y es más diablo que el papá de Lucifer, ya, tápate bien “Loco de miércoles”, te voy a arropar solamente porque eres de la selección de básquet y debes estar completamente sano para los partidos que se avecinan... A ver, están completos estos “perros”... Sí, ahí están César Zelaya; el artista Teddy Quiroz; don "Wuilli" Peralta; los hermanos “Pucho” y Tácito; el señor Zumaeta; el trujillano de pura cepa, Carlos Paredes Díaz; nuestro chiclayano Ojeda Zañartu y el “Trinchudito” Carlos Toro.

- Oye Merino, ya se terminó tu turno... pásame el cuaderno de servicio... Menos mal que todo ha estado completamente tranquilo, ¿verdad?

- ¡Puf, por fin, Morales! Sí, completamente tranquilo, pero no te olvides que tienes que estar atento a todas las ocurrencias de nuestros zambitos... tú ya sabes, siempre puede ocurrir algún problema.

- Ya Merino, ve a tu camarote y descansa... ¡Nada has hecho carajo!

Mientras le decía estas palabras a Octavio Merino, él, nuestro compañero Morales, se decía para sí: "Como si no hubiera visto, cómo has hecho tu servicio de imaginaria. Ahora sé que no debo renegar cuando me toque a mí, es de vital importancia, como siempre dice nuestro capitán jefe de año".

Mi inolvidable Octavio Merino Bartet, con el que compartíamos el camarote y nuestros roperos que se encontraban juntos, se acomodaba en su cama y recostando la cabeza en su almohada, respiraba hondo, sonreía y se sentía complacido por ser ya un soldado... ya conocía lo que era amar a sus hermanos a quienes debía cuidar cuando ejerciera el servicio de imaginaria... y además había descubierto lo que significaba la disciplina. Siempre sería movido, siempre juguetón, pero, sobre todas las cosas, un caballero cadete con cordón de honor...