EL RETORNO DE MIS ZAPATILLAS

 RETORNO DE MIS ZAPATILLAS

Corría los primeros días del mes de diciembre del 1964, ya casi para finalizar el año de estudios y por ende nuestra permanencia en el plantel. Para la 7ma, sección la dirección de estudios había asignado al profesor Orillo para el curso de Educación Física, este profesor era prácticamente alto, panzón, con su cabello muy negro y ya pintaba sus años, posiblemente andino, pero era buen profesor y buena gente, después de muchos años , lo vi en la plaza Francia(Lima) dirigiéndose a un público en una manifestación política.

Por éstos días y quizá como prueba final del curso, el profesor formó grupos de seis, para tomarnos tiempo en una prueba de los 100 metros planos y podernos calificar para la nota final.  Yo utilizaba unas zapatillas de cuero con clavos que me las había regalado mi tía Elisa, que a su vez eran de su hijo Alberto quién había finalizado en el 63 sus estudios para oficial de la  F.A.P. y se ve que ya no las usaba, pasé a ser el nuevo dueño de ellas.

Se dio la prueba, recuerdo que en mi grupo hice 13.1 segundos, y segundo llegó Jorge Bustamante; terminó la hora de pruebas, luego a bañarse, después al comedor y finalmente a las aulas como de costumbre, naturalmente guardé como siempre mis zapatillas en el ropero.

Por las tardes, en las horas de descanso acostumbraba a salir a la cancha a dar mis vueltas al estadio, y hacer algunos ejercicios y atletismo si se podía,  ya no pertenecía a ningún club como lo hice antes, al de   Bellas Artes en tercero y carpintería y fotografía en cuarto,  y es por esto que una  de aquellas tardes, al buscar mis zapatillas para salir al estadio,  no las hallé, me las habían sustraído, de tanta cólera que me produjo la sustracción no salí como de costumbre ha hacer mis ejercicios, me contenía pero la cabeza  me daba vueltas, me puse a pensar como pudo haber sucedido, quién habría sido, en que momento, me hice muchas preguntas, pero al fin y al cabo luego de varios días me tranquilicé,   me quedé sin ellas, muy apenado por supuesto. Concluyó el año, todos nos fuimos a nuestras casas, guardé todo en el costalillo , menos mis zapatillas de clavos, que por supuesto lo dejé al olvido.

Un buen día, tocaron el timbre de mi casa, salgo y atiendo al cartero, quién me dice que tengo un paquete que va sacando de su bolsón de cuero, me hace entrega del paquete y una carta, y me hace firmar un documento. Le hice tacto al paquete antes de abrirlo y siento como unas púas en él, lo abrí sin informarme por la carta de que se trataba, y me doy con que eran mis zapatillas de clavos, inmediatamente aquél recuerdo adormecido, despertó , ... retornaban a mi después de 34 largos años.

Abrí la carta, que aún la conservo conjuntamente con mi contestación, la que me fue devuelta por el correo no sé por que razón, indica la misma dirección  que recibí del remitente, en fin, esta carta al pie de la letra dice:

Primero hay un logo dorado, en él el nombre de President s Coucil, debajo del logo un nombre en negro: Luis Casalino Montoya.

 

“Ricardo: Espero que no reniegues como en Dic. de 1964 (fecha de pérdida) Sé que serán un lindo recuerdo y úsalos.

¡ Feliz navidad y próspero 99 para ti y los tuyos!

Un abrazo bien fuerte

Firma. Luis Casalino Montoya

15/12/98

 Av. Chirichigno 844 – Urb. San EduardoEl Chipe. Piura Perú Telf. 074-323078

Actualmente, las zapatillas las tiene Jorge Basurto Vega a quién se las he entregado, el ha pasado a ser el nuevo dueño.

UN POCO DE LO MUCHO

Hoy nuevamente tuvimos la grata compañía de nuestro coloradito ONILASAC, como le dice Carlin : el invertido Casalino (por algo será que el loquillo lo llama asi)quien nos hizo la hora del almuerzo muy agradable.

Siempre recordando ocurrencias, nos contaba como vivían los bogas. Realmente como el dice. Es una de las mejores cosas que le ocurrió en el cole. En quinto los bogas se levantaban a las 4 de la mañana para ir a entrenar y por ello tenían un régimen muy especial. Todo les daban extra. El desayuno era ufff mostro. Pan a discreción, doble quinua, avena, churrascos montados, doble postre. En el almuerzo y comida también. No hacían turnos de imaginaria ni cuartelero. No iban a aulas después de la cena sino que iban directamente a dormir. Ahhhh y en sus cuadras estaba prohibido hacer bulla. Habrase visto que con…… bueno al menos nos regalaron triunfos.

Asimismo, nos contó que como era de la escolta también tenía un régimen especial para que los seis estén parejos, es decir debían ser igualitos (por eso Tiravanti ni Casanova no estaban porque eran muy altos).Solo que después de tanto bogar se convirtió en un ropero y por eso no estuvo en el intercambio de escoltas de fin de año. Nos contaba también, a raíz de que pedimos un pescadito a la plancha, que la vez pasada sacó un atún de 60 kilos .A esto Ricardo le indicó una medida con los brazos y el colorau dijo .w el atún era más grande y negro que tú y que después de sacarlo con caña se quedó tembleque. Risas en general

Como saben Ricardo siempre fue atleta y si destacó fue por su perseverancia y disciplina. Resulta que en quinto en una competencia interna le ganó a Coco Bustamante en 100 mts. Mostrando lógicamente su alegría por tal hecho. Resulta que corrió con sus zapatos de clavos que había comprado y para lo cual ahorró casi un año. En la cuadra (estaban en la sétima) el negrito mostraba orgulloso sus zapatos y decía que gracias a ellos había podido ganarle a Coco. Como el es perseverante y a veces puntilloso debe haberles colmado la paciencia y un día sus famosos zapatos de clavo desaparecieron y nunca más aparecieron…hasta (contado por el mismo cholobruto invertidojijije) que después de 34 años se lo devolvió con una carta de agradecimiento.

Que había pasado? . Por esas cosas Kiko que era más o menos tranquilo, se arrebató y una noche hizo que los zapatos desaparecieran. Se los llevó a su casa y los puso entre sus cosas. Salimos del colegio y el siguió viendo los zapatos, pensando: tengo 

que devolverlos porque si no el negro nunca podrá ganar más y se pondrá blanco. Sin embargo, no hizo eso. Como siempre fue deportista y comenzó a participar en la Universidad y en los clubs, un día se puso los zapatos y comenzó a competir con ellos. Se sentía tan cómodo y contento porque siempre ganaba. Pensaba krjo era cierto estos son zapatos especiales y siguió usándolos y siempre pensando en devolverlos. Pero paso el tiempo, se casó (también se los ponía), se cambió, de casa, de trabajo, de lugar y las tabas siempre lo acompañaban. asi pasaron 34 años. Justo para nuestras bodas de plata y con la emoción henchida y haciendo un gran sacrificio metió los zapatos en una bolsa, escribió una nota mojada con sus lágrimas y la envió a la dirección que un año antes le había dado el negro en un reencuentro emocionante. Es decir no se imaginan la cara que puso RHGC cuando vio sus queridos zapatos aun frescos pese al tiempo transcurrido. No lo podía creer (narrado por el), los tocó, acarició y se puso a llorar. Recién supo que había pasado con sus famosos zapatos de clavo. Había hecho una serie de conjeturas. Que fulano, que sutano, que la loca , que el chueco, que el gordo.A cada uno trató de buscar la explicación del porqué le habían hecho eso. 

Hoy le dio tal sofocón de la emoción que no pudo comer sus garbanzos con su estofadito de ternera que pidió. Solo tomó agüita de cebada porque había vuelto a renacer. Ha prometido llevar este año ( 50 años después) puestos los zapatos de clavos en nuestras olimpiadas. Seráaaaaa le tomaremos fotos. Berto asombrado y enceguecido decía: oe le crecieron peloss por eso no sale en las fotos. Se fue al baño a seguir llorando.

Hablando de olimpiadas, ¿estamos al día para competir? Habla chino sino te vas a …taratatan

Un abrazo

Pepelucho

Para concluir la nota escrita por Pp, ( te pasaste...) aquellos zapatos se los cedí a Coco Basurto, es ahora quien los posee. Creo que difícilmente un par de zapatos(de carrera) han tenido tanta historia, yo los recibí de una tía, de  quien su hijo postuló e ingresó a la FAP, cuando concluyó, me los regaló conjuntamente con un blue jean que fue el primero que usé, ya que mi padre no quería que los usara, el día que me lo puse, fui a la casa de un amigo Mario, y en su garaje escuché por primer vez el rock de la Cárcel........aún tengo la carta que me envío Casalino, he quedado en enviarle una copia (debo de buscarla...) .Dejé de correr los 100 metros debido a que en una ocasión, en la Videna, en que nos citamos con Cayo Quintana y otros hermanos más, para (hablo de muchos años atrás...) saber quiénes correríamos los 100 por la promo en los JDL,... recuerdo que Cayo tenía una partida excelente, pero a los 30/40 metros lo alcanzaba y en una de las prácticas, el tendón de mi  pie izquierdo se fracturó, nunca más corrí,  a los años, me atreví a correr una posta de 4 x 100 con Hugo Castro, Jorge Seminario y no recuerdo el cuarto relevo, que llegamos últimos, pero como siempre , lo importante es competir.... ....es verdad, el miércoles pasamos con Lucho un magnífico momento, con muchos recuerdos, les mostré el diario La Nación donde aparece un artículo sobre nuestro hermano Enrique Mendoza Ramírez y olvidé un mouse que recién había comprado, luego   llamé a la Melchorita y me contestaron que me lo habían guardado... 

casos e historias que nos ocurren...

rhgc

( Del Libro de Oro de la XIX Promociòn del CMLP)