jueves, 13 de febrero de 2025

UN PASEO CON EL VIEJO

 


UN PASEO CON “EL VIEJO” 




 Por ;

Marco H. Paredes 

 


En Marzo de 1970, yo era un impetuoso, beligerante y autosuficiente jovencito, miembro conspicuo del "Comando Universitario Aprista",  base Universidad Nacional de Ingeniería, UNI, con el cual ostentaba orgulloso el título de cofundador, del ARE ( Alianza Revolucionaria Estudiantil), en la UNI. El ARE era el organismo de fachada del Partido Aprista en las Universidades del País y al cual, los comunistas universitarios, a quienes llamábamos “rabanitos", (por ser blancos por dentro y rojos por fuera),temían; ya sea por su visible organización o por su  cimentada preparación ideológica que los enfrentaba en toda polémica o debate al interior de las aulas.

 

Recientemente había terminado mi carrera universitaria en la UNI después del cierre de la universidad por dos años, que significó el golpe de estado del Gral. Velazco Alvarado . Tenía  pendientes mi tesis de Bachiller y mi tesis de Grado . Para ayudarme a financiar mis estudios y mis necesidades por las forzadas “vacaciones” impuestas por la dictadura velasquista  había sido, y/o era, vendedor de libros a domicilio al mismo tiempo que , con un amigo, Jorge Rostagno, nos dedicábamos a imprimir las notas ( que tomábamos en clase ) de los cursos que llevábamos y no tenían libro disponible de referencia por estar impresos en  ruso, alemán u otros idiomas. Todos los  perezosos nos compraban nuestras notas bien claritas y ordenadas; era un buen negocio ya que, otro amigo, Pepe Santivañez, nos las imprimía a puro “stencil”, por casi nada. También, con Jorge Ordóñez, mucho más tarde Ministro de Economía Aprista, dábamos servicios de recolección de datos estadísticos de mercado para una empresa conectada con la IBM, al mismo tiempo que fungía de simple mensajero para los eventos que realizaba la “Comisión Economica Para America Latina”, CEPAL, en Lima. 

 

Por otro lado, gracias   a las recomendaciónes de mi primo Anibal Paredes, Gerente en las Empresas Electricas, y a la nobleza del gran periodista Don Pedro Cortazar, brindaba mis "servicios"al diario "La Prensa" haciendo de  todo: desde porta pliegos hasta "cazador" de noticias en las comisarías. Así, ahí, terminaban mis labores diarias a eso de la media noche, entre tombos, detenidos y salas de redacción llenas de humo, para luego irme  a tocar saxofon en algún Club Nocturno de Lima , individualmente, o en algún  conjunto que de vez en cuando me contrataba, como remplazo, para tocar en el "Embassy" de la Plaza San Martín hasta las 3 de la mañana. Se dio, incluso, que, con unos amigos , algunos de ellos de renombre artístico posterior, formamos la nunca conocida "Orquesta Continente" , grupo mas empeñozo que virtuoso, destinado a animar las matinales funciones y fiestas pro-promo de las quinceañeras próximas a celebrar la culminación de sus estudios secundarios, con eventos que se celebraban con toda pompa ya sea en el Cine Tauro, de mi amigo Alfredo Zanatti, o en los locales de los clubes provincianos del Paseo Colon.

 

Durante mis años universitarios estrené el Jockey Club  en el inicio de sus carreras nocturnas vendiendo boletos en la Tribuna de Socios. Fui Jefe de Prácticas y después profesor de Matemáticas Superiores, Geometria Analitica y Cálculo Diferencial e Integral en la Universidad Nacional Federico Villarreal. Yo era el auxiliar jefe de prácticas que enseñaba, mientras el señor senador titular de la cátedra solo cobraba por la “exigencia”de sus responsabilidades. Era asimismo profesor de Trigonometría y copropietario de la academia pre-Universitaria "Ateneo Matemático", llegando después a ser profesor de la FAP, en la Escuela de Aviación, con el curso "Ingenieria de Tráfico" y del Instituto Tecnológico Superior José Pardo" con el curso "Electrotecnia". En muchas de estas actividades académicas la primera media hora la dedicábamos, cuando podiammos, al análisis y discusión de la realidad política del país . En Marzo de ese año mi esposa estaba en cinta de mi primer hijo -hombre- que nació en Julio y se llamaría también Marco, y ya para entonces gozaba de los beneficios de mi destartalado, impenitente, bien amado  y nunca bien tratado "Avispon Blanco"... mi Volkswagen alemán, el primer carro que adquirí con esfuerzo, con mis propios recursos, complementados con un poquito de suerte que me dio un "vale triple" del Jockey Club donde trabajaba los Jueves en las noches. Así llegué a los 70's, con juveniles briosos años , full chamba , dinámico, activo, cargado de emoción social y ávido  de ser dueño del mundo y transformarlo.

 

Pero las  motivaciones no eran sólo hormonales. La generación de los 60’s había sufrido con el golpe de estado de Velasco Alvarado. De pronto todo se volvió confuso y desordenado. Se diría que Velasco realizaba las ilusiones y postulados apristas, a pesar de la represion  masiva y la conculcacion de los derechos y libertades fundamentales. Muchos apristas, amigos, compañeros, abrazaron a Velasco y trabajaron para “ su revolución”. Uno de ellos fue Gonzalo García Nuñez, gran economista aprista de la facultad de Ingeniería Industrial de la UNI. Gonzalo un día me contactó y en plan de seducción me paseó por esas oficinas donde él era el factótum y desde donde se gestaba parte de la revolución velasquista. Mi primera impresión fue de sorpresa por la cantidad de rostros apristas conocidos que encontré.  La segunda fue darme cuenta lo difícil que era que los militares gestaran una revolución, un cambio. Gonzalo estaba sumido con su habitual inteligencia en el Sistema Nacional de Movilización Social de Velasco, SINAMOS, el cual tenía por objeto estimular la intervención del pueblo peruano, a través de organizaciones autónomas, en todas las tareas encaminadas a resolver los diversos problemas que afectaban a los hombres y mujeres del Perú». Le agradecí a Gonzalo; aunque el objetivo era claro, discrepaba con la forma. Más tarde lo vería como perseguidor de jueces en el desaparecido Consejo Nacional de la Magistratura y como candidato a la vicepresidencia en la postulación fallida de Ollanta Humala. Para mi, lamentablemente, estaba fuera  de toda consistencia.

 

Al final, lo de Velasco fue un movimiento que sacudió a mi generación. Fue una revolución mal hecha, sin principios consolidados  ni planes claros, con oportunistas que  -como siempre- en algún momento de esos  trances aplaudieron y vitorearon las apariciones de advenedizos que a la postre no solo buscaron satisfacciones ególatras, sino tambien el recargarse los bolsillos con el dinero del pueblo. 

 

Pero aparte de esto, que parece ser un lugar común en la historia del Perú, hubieron hechos que marcaron esta generación de los 60’s, entre ellos: la reaparición y el fortalecimiento del pensamiento social revolucionario con personas como: Luis De la Puente, fundador del MIR; Héctor Bejar, fundador del ELN, y Javier Heraud intelectual y poeta de izquierda. Todos ellos guerrilleros -no terroristas- pero que lamentablemente fueron el preámbulo para el surgimiento posterior del nefasto y cobarde terrorismo asesino de Abimael Guzman. Es en esa coyuntura generacional donde se destaca la preclara posición del Aprismo con personajes como Luis Felipe de Las Casas, acentuándose como un movimiento de izquierda democrática, ajeno a toda sangre y aventura dictatorial comunista.”Ni con Washington ni Moscú”afirmaba el Apra.

 

Con Velasco, nuestra generación sufrió inevitables confusiones y debacles. La vida juvenil Aprista se trastocó . Una mañana, pocos días después del 3 de octubre de 1968, con Javier Pocho Tantalean ( más tarde Presidente del Instituto Nacional de Planificación) Estuardo Muñiz ( más tarde viceministro de salud), Gonzalo García ( como dijimos, más tarde candidato a vicepresidente de la Republica), Fernando Arias ( miembro del Buró de Conjunciones de Víctor Raúl Haya de la Torre, VRHT ) y con Ilda Urizar ( mas tarde también Diputada, así como Ministra de Salud), nos dirigimos desorientados y ávidos  de noticias a la casa de nuestro líder Aprista : Armando Villanueva, en San Isidro. Haya estaba ausente y Armando era a la sazón Secretario General del Apra y senador destituido por el dictador. En la reunión, Armando nos expuso la situación y nos dio algunas orientaciones. Nuestra sorpresa fue grande cuando al día siguiente en el diario " El Comercio" apareció -casi textualmente- todo lo tratado con Armando Villanueva. La traición nunca estuvo ausente en el Partido de VRHT, “El Jefe” fundador del Partido Aprista Peruano, o “El Viejo” como cariñosamente le llamaban los más allegados a él.

 

Tardamos unos días más en enterarnos que el flamante Ministro de Pesquería y uno de los coautores del golpe de estado, era el Gral. Javier Tantalean Vanini...el padre de Pocho Tantalean. Ese fue un hito en las deserciones apristas de las que hablábamos en la época de Velasco. Traiciones  y persecución de dirigentes apristas, que con la aparición en escena de VRHT en lugar de debilitarla, la fortalecieron aún más.

 

Con la orientación moral del ilustre Isaac Espinoza Recavarren ( Don Isaac), un anciano y legendario aprista, huésped de mil prisiones y víctima de otras tantas vejaciones políticas, operábamos  desde la clandestinidad en su austero departamento en el tercer piso de un edificio de la cuadra 20 de la Avenida Arenales, en Lince,Lima. Tratábamos de analizar los  sucesos  y planificar acciones para retornar a la democracia. En esta labor, en estas idas, venidas y coordinaciones, en medio de falencias de mantenimientos y claros visos de carcochita enfermiza, el siempre ponderado “Avispon Blanco” cumplia su mision, hasta que un buen dia cayó...con nosotros adentro. 

 

Esa era mi vida en los 60’s, la de cualquier joven ciudadano, apasionado,  ávido de amor y conocimiento de  su país. Informado. Participativo, decidido, altivo y hasta beligerante en la defensa de sus principios. Vida que giraba y se balanceaba , apasionadamente, entre la satisfacción de las necesidades materiales imperantes, y la fuerza vigorosa de las ideas,que nutrían nuestras jóvenes mentes ansiosas de concebir acciones de cambio libres de las contaminaciones doctrinarias maniqueas imperantes, haciéndonos imaginar un mundo diferente en medio de un país samaqueado por las izquierdas a veces poéticas y utópicas  y normalmente sanguinarias, ineptas o ambiciosas

 

Haya ya estaba de regreso y en la casa de Don Isaac planeamos una actividad anti golpe: minúscula, pequeña, pero ansiábamos hacer sentir nuestra voz. En circulos politicos era clara la posición contraria del APRA contra la dictadura izquierdista, asi como tambien era evidente la migracion de muchos conspicuos apristas a sus filas. Ese dia de febrero de 1970 el “Avispon Blanco” fue avistado conducido por mi y con Ilda Urizar, Fernando Arias y Salvador Gamero ( un activista aprista de la UNMSM), todos adentro… y sucedió lo que la policía (“soplona”) sabía hacer.

 

Al dia siguiente, Ilda fue detenida y despues apresada preventivamente en el penal de Chorrillos . A mi me buscaron en mi casa; me esperaron pacientemente y apenas abordé al Avispon me calleron encima. Fueron dias en Seguridad del Estado, la Brigada Criminal de El Sexto, el calabozo del Palacio de Justicia y el novisimo penal de Lurigancho donde fui a parar en prision preventiva solo por ser aprista, con una “declaracion“ falsa -hecha a la medida- no firmada por mi, sin huella digital y con la acusacion que mas les calzaba a ellos : “atentar contra la constitucion y la seguridad del estado“. Las peripecias de lo vivido en estos 15 días y los trances soportados, las he volcado en otras notas. Así, un dia de marzo de 1970, fui llamado a las oficinas de la policia judicial del penal a fin de preparar  el atestado para el juicio penal. 

 

El capitan Bragnini ( así se llamaba)abogado de la policia judicial, se sorprendió al ver mi “declaración” en el expediente. Me dijo: “esto no esta firmado... ¿lo va a firmar?“ “No señor“ -le respondi- “me he negado a firmar algo que jamas he dicho y me ratifico“. El oficial -molesto- murmuró algo sobre la incompetencia y abuso de los responsables y concluyó: “ regresa a tu sitio y sigue haciendo lo que debes…”compañero”. A los pocos dias, portando mis pocas cosas envueltas en una sábana, mi hermano mayor David ( Capitán de Fragata de la Marina) me recogía desde la puerta del penal de Lurigancho.

 

La verdad es que este incidente -aparte de rebelarme- me enseñó a ver a las personas más allá de sus caras y los carteles que exhiben. Por otro lado, ya había pasado 3 años en un establecimiento militar como el Colegio Militar Leoncio Prado y, la verdad, como que no extrañaba mucho esa vida, rutinaria sí, pero también muy ordenada y formadora. Nunca olvidaré esos años. Mi hermano David me sentenció a no salir de casa por un tiempo, cosa que admito, cumplí hasta que se aparecieron en mi casa del Pasaje García Calderón, en El Cercado, Fernando Arias y la “gringa” Ilda Urízar. Lo hicieron casi de inmediato que se enteraron de mi libertad. Ambos me atosigaron de preguntas y me obligaron a contar los pormenores de mi detención . La Gringa hizo lo mismo con lo pasado con ella. Después de analizar y meditar sobre esos hechos, terminamos riéndonos  y burlándonos  de la policía política de la dictadura y con una coca-cola gigante seca, Fernando se puso  de pie para retirarse, pero antes, mirándome fijamente a los ojos me dijo : “tío ( así me llamaba por una sobrina guapa que le gustaba ), mañana en la noche nos juntamos para ir al Partido. Hay alguien que quiere conversar contigo.” Se retiraron, ambos, y yo me sentí reconfortado por la tan valiosa amistad que me brindaban los dos que -sostenía- tenían todas las cualidades para conformar el grupo de grandes dirigentes del Partido del mañana.

 

No me equivoque: años después Ilda Urizar, médico pediatra de profesión, fue nombrada Ministra de Salud y reconocida como la primera mujer ministra en la historia republicana del país. También fue la primera mujer Secretaria General del Partido Aprista y diputada dos veces por Lima. Su fallecimiento prematuro fue muy sentido y yo tuve la suerte de despedirme de ella. La llamé por teléfono desde Santo Domingo, donde trabajaba -por esa época- para Naciones Unidas. Fue pocas horas antes de que se fuera.

 

La sede del Partido Aprista es la denominada “Casa del Pueblo “y fue el quinto local sede, en Lima, desde 1930. Es una antigua casona y constituye un símbolo del APRA. Tiene historia: desde 1948 está ubicada en las medianías de la Av. Alfonso Ugarte, en la que antes fuese la faustuosa Av. Leguía. En 1992 el dictador Fujimori ordenó su intervención militar. Mucho antes, se ubicaba en la cuadra 10 de la calle Belén, cercana a la Plaza San Martin. Es el lugar donde el fundador del Partido Aprista, VRHT, dictaba sus famosos “coloquios” que todos nosotros seguíamos con atención. La Av.Alfonso Ugarte era conocida también como la “Avenida de los pañuelos blancos”como un reconocimiento popular a la presencia del aprismo en la capital del Perú y en alusión al ritual aprista de saludar a sus lideres con pañuelos blancos, símbolos de lealtad y fraternidad. La Casa del Pueblo tiene varias aulas y una gran “Aula Magna “donde se lee: “Solo Dios salvará tu alma, solo el Apra salvará al Perú”. Traspasando el enrejado de la entrada y sobrepasando un patio exterior con acceso a la Cafetería del Pueblo y a los Comedores Populares, aparece la magnificencia de una gran puerta de entrada al edificio principal del que algún día fue el Colegio Hipólito Unanue. En el primer piso, se encuentra la Jefatura donde despachaba Haya. Ahí, personalmente escuchaba al pueblo y a los compañeros del partido. En este mismo piso se encontraba la Dirección Nacional de Política. Una solemne escalera daba acceso al segundo piso donde se encuentran las oficinas de la Presidencia del Partido, la Gerencia General, la Secretaria General y el Tribunal de Ética Moral. Cerca al patio interior que sigue al edificio principal, se encuentran las aulas de la Escuela Nacional de Oratoria y de las Academias “Antenor Orrego”, nombrada así en honor al distinguido filosofo aprista. Al fondo se encuentra el Aula Magna y hacia la izquierda el patio de deportes.

 

Desde el enrejado de la fachada, siguiendo por el patio de entrada, la puerta del edificio principal, el primer piso del edificio principal, el patio interior donde estaba el Aula Magna, así como las salas del segundo piso, todo esto, constituía una ruta habitual: el “paseo” que, “el Jefe”, como cariñosamente lo llamábamos, recorría las veces que, desde su casa en Villa Mercedes, llegaba al partido, normalmente todos los días a eso de las 10pm, cuando se encontraba en Lima. Efectuaba ese recorrido a paso lento. Iniciaba su paseo rodeado de dirigentes, compañeros y una variopinta de simpatizantes, algunos sorprendidos, mostrando siempre una sonrisa afable, optimista, entrando en cada puerta abierta que a su paso encontraba. Conversando, preguntando, aconsejando; imponiéndose con su majestuosa presencia y personalidad. Un detalle: en algunas oportunidades llevaba a alguien a su costado con su  brazo derecho puesto sobre el hombro derecho de este; el mismo que lo acompañaba durante todo el recorrido.

 

El viernes 21 de marzo de 1970 a las 9pm. Me encontraba yo en la Cafetería del Pueblo acompañado de Fernando Arias y la Gringa Ilda. Disfrutábamos de una sabrosa y típica “picada” ( hot dog con papas fritas)y comentábamos aun lo acontecido con ambos cuando nos sorprendió un fuerte murmullo de personas que se apresuraban con dirección a la entrada. Fernando se puso de pie y como que ordenó -tio, gringa, vámonos-. Embutimos lo que quedaba de nuestra “picada” y nos apresuramos hacia la entrada. Yo todavía seguía intrigado..

 

Y ahí estaba él, ya con los años puestos, pero erguido y monumental. Con el mismo terno de siempre pero digno, grave, venerable; de andar lento…como flotando. 

 

Por un momento me quedé quieto, pero Fernando nos apuró -vamos tío, sígueme- dijo, mientras se habría paso entre los concurrentes para llegar hasta el Jefe.Sentí una mirada mordaz, profunda, penetrante. Me sentí analizado hasta en el último recodo de mi existencia, seguido de un chorro silencioso de paz, de tranquilidad. No dijo nada, …¿o si dijo?. Dijo simplemente: sé bienvenido a mi movido mundo, de consentidas privaciones; al mundo de ingratas, dolientes,pero esperanzadoras prisiones; o quizás dijo: ¿eres tú? ¿el que está dispuesto a ordenarse y alimentarse con el cuerpo magullado de un altísimo, en las constantes misas a las que nunca asistiremos?, ¿o eres tú el que será testigo de los pasos dados con aquellas huellas indelebles que jamás voltearé a ver, porque los pueblos y sus gentes solo serán alcanzados con la concentración, el vigor y la perseverancia en el andar?,¿ o quizás eres tú el solo el transito de tu fe, el mismo que luego sucumbirá a los vaivenes placenteros de una convicción que fue y  paso a paso se aleja? ; no lo sé. Lo cierto es que, después de ser señalado y auscultado, extendió su largo y pesado brazo derecho y, al mismo tiempo que me decía: “ven, vamos a dar un paseo”, reposaba su brazo sobre mi hombro derecho y …empezamos a caminar.

 

Sí, fue “el paseo”. Uno para no olvidar. Muchas décadas han pasado y con ellas, el devenir del tiempo . Yo había visto antes al “Viejo”. incluso había conversado con él, pero jamas me había impuesto su presencia en olor a multitud como en el paseo. Las pocas veces que lo trate,fue en el local de Alfonso Ugarte y su presencia siempre me devino en majestuosa, respetable, imponente, grandiosa, a la par que venerable; dentro de un contraste mágico donde, curiosamente, lo  espantoso, pavoroso, aterrador y terrorífico de su majestad se fundían con su afable, bondadosa y arrolladora personalidad . Recuerdo aún con nostalgia sus santas iras cuando con Fernando Arias y otros compañeros tratamos de conformar el grupo “Nueva Actitud”basados en la filosofía de Marcuse, un filósofo germano-americano quien criticaba el contenido represivo y alienante del sistema social de dominación, a la luz de las posibilidades reales de transformación.

 

La humanidad ha otorgado a VRHT, un gran hombre, un lugar preferencial en la Historia del Perú, de Latinoamérica y del mundo entero que supo de él, al lado de los grandes líderes y pensadores inmortales.

Lima Abril 2024

 

#EMEpe

 

Marco H. Paredes Gálvez

 XVII CMLP

 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

GRACIAS PEPELUCHO

               ¡GRACIAS PEPELUCHO! Abancay, una ciudad hermosa y llena de tradiciones ...