jueves, 26 de junio de 2025

GRACIAS PEPELUCHO

 

         


 ¡GRACIAS PEPELUCHO!

Abancay, una ciudad hermosa y llena de tradiciones peruanas vio nacer allá por los años de los cuarenta a quien sería uno de los cadetes Leonciopradinos más queridos de todos los tiempos. Despues viviría en Cusco y cada sábado a una hora ya conocida, nuestro hermano Pepelucho corría a la Plaza de Armas de la Ciudad Imperial para ver el señorío del andar de los jóvenes cadetes del colegio Militar Leoncio Prado, que bajaban de los carros que los traían desde el Aeropuerto.                                                                  

Soñaba desde niño con llegar a ser un cadete Leonciopradino, su querido padre le prometió que así sería, pero que de él dependía ya que tenía que salir invicto en su segundo año de secundaria para poder postular. Al cumplir su promesa el aún chiquillo dio gracias a Dios y soñaba ya en estar como novato en 1962 internado en nuestro querido CMLP. La verdad quienes debemos dar gracias a nuestro Señor somos nosotros, ya que José Luis Villavicencio Araníbar al egresar se convirtió en el hermano leonciopradino que nos mantiene unidos a todas las promociones, con sus publicaciones en su Facebook denominado El Imaginaria y permanentes actividades que nos hace perennizar nuestro amor a nuestra alma mater.

 

              







                                                        

Nada más hermoso para el hombre que cuando niño sus sueños se van haciendo realidad. Yo diría son los iluminados por Dios nuestro Señor. Si bien es cierto que cada promoción por tradición tiene un hermano que destaca en unir siempre a todos sus hermanos, es una bendición que aparezca un iluminado en ser el que mantiene con una hermosa labor de unión, de confraternidad, de entregarnos todo su tiempo para que nuestras nostalgias comprensibles al termino de nuestros tres años maravillosos podamos continuar esa bella amistad fraterna y volver a encontrarnos practicando deporte, sentándonos en una mesa para degustar platos tan exquisitos como los que nos daban en el rancho diario en nuestro recordado comedor de cadetes del CMLP, organizando caminatas que no sólo son para vernos sino también para nuestra buena salud.                                   

Nuestro querido Pepelucho ama a sus hermanos de la XIX promoción como tan igual a todas las promociones anteriores y posteriores. Es admirable su gran corazón leonciopradino que desde muy niño latía con la música de nuestro himno CMLP. No fue fácil para José Luis el haber logrado su gran deseo, su gran amor a su alma mater, tuvo que separarse de su familia que residía en la Ciudad Imperial, fue una amorosa madrina quien lo cobijó amándolo como a su propio hijo, los sueños hermosos se cumplen pero también traen sacrificios que pasar, gracias a nuestro Dios nuestro gran hermano gozó su deseo de ser cadete leonciopradino amado por su familia, su madrina y hermanos de la XIX promoción que dio al Perú destacados profesionales entre ellos José Luis Villavicencio Araníbar.



Tres grandiosos años vividos y gozados, años en que todo joven crece físicamente y espiritualmente por la dureza de lo militar pero también de la hermoso que es cultivar la amistad que no es pasajera como en otros centros educativos, en nuestra alma mater la hermandad tan bella es permanente e inolvidable.



Pepelucho de la XIX promoción es un hermano hoy de todas las promociones, porque tanto es su amor que nos entrega y demuestra en las caminatas, actividades sociales, deportivas y reuniones infaltables de cenar exquisiteces con un comportamiento como el de los años maravillosos, más claro volvemos a ser los mismos jovencitos de cristina beige, uniforme de faena y borceguíes negros que identifican al caballero cadete del Colegio Militar Leoncio Prado.

Hermano leonciopradino conozco que amas, que extrañas y vives soñando siempre con las cuadras, las aulas, el patio central y los turnos de imaginaria, te recomiendo de todo corazón que abras tu Facebook y busques la página de El Imaginaria y retrocederás en el tiempo y ya no soñarás, sino que volverás a la realidad de aquellos viejos pero hermosos tiempos del cadete del Colegio Militar Leoncio Prado.

Cuánto le debemos a nuestro querido hermano Pepelucho que nunca podremos compensarle su amor fraterno, su tiempo permanente y entrega de su gran corazón a todos nosotros los Leonciopradinos.

 


 

¡GRACIAS…GRACIAS...GRACIAS, QUERIDO JOSÉ LUIS VILLAVICENCIO ARANIBAR NUESTRO ETERNO “PEPELUCHO”!

Con el corazón agradecido de siempre….

Todas las promociones egresadas del Colegio Militar Leoncio Prado.

 


    Rodolfo Mendoza

          XVI CMLP


GRACIAS PEPELUCHO

               ¡GRACIAS PEPELUCHO! Abancay, una ciudad hermosa y llena de tradiciones ...