¡GRACIAS PEPELUCHO!
Abancay, una ciudad hermosa y llena de tradiciones peruanas vio
nacer allá por los años de los cuarenta a quien sería uno de los cadetes Leonciopradinos
más queridos de todos los tiempos. Despues viviría en Cusco y cada sábado a una
hora ya conocida, nuestro hermano Pepelucho corría a la Plaza de Armas de la
Ciudad Imperial para ver el señorío del andar de los jóvenes cadetes del
colegio Militar Leoncio Prado, que bajaban de los carros que los traían desde
el Aeropuerto.
Soñaba desde niño con llegar a ser un cadete Leonciopradino, su
querido padre le prometió que así sería, pero que de él dependía ya que tenía
que salir invicto en su segundo año de secundaria para poder postular. Al
cumplir su promesa el aún chiquillo dio gracias a Dios y soñaba ya en estar
como novato en 1962 internado en nuestro querido CMLP. La verdad quienes
debemos dar gracias a nuestro Señor somos nosotros, ya que José Luis
Villavicencio Araníbar al egresar se convirtió en el hermano leonciopradino que
nos mantiene unidos a todas las promociones, con sus publicaciones en su
Facebook denominado El Imaginaria y permanentes actividades que nos hace
perennizar nuestro amor a nuestra alma mater.
Nada más hermoso para el hombre que cuando niño sus sueños se
van haciendo realidad. Yo diría son los iluminados por Dios nuestro Señor. Si
bien es cierto que cada promoción por tradición tiene un hermano que destaca en
unir siempre a todos sus hermanos, es una bendición que aparezca un iluminado
en ser el que mantiene con una hermosa labor de unión, de confraternidad, de
entregarnos todo su tiempo para que nuestras nostalgias comprensibles al
termino de nuestros tres años maravillosos podamos continuar esa bella amistad
fraterna y volver a encontrarnos practicando deporte, sentándonos en una mesa
para degustar platos tan exquisitos como los que nos daban en el rancho diario
en nuestro recordado comedor de cadetes del CMLP, organizando caminatas que no
sólo son para vernos sino también para nuestra buena salud.
Nuestro
querido Pepelucho ama a sus hermanos de la XIX promoción como tan igual a todas
las promociones anteriores y posteriores. Es admirable su gran corazón
leonciopradino que desde muy niño latía con la música de nuestro himno CMLP. No
fue fácil para José Luis el haber logrado su gran deseo, su gran amor a su alma
mater, tuvo que separarse de su familia que residía en la Ciudad Imperial, fue
una amorosa madrina quien lo cobijó amándolo como a su propio hijo, los sueños
hermosos se cumplen pero también traen sacrificios que pasar, gracias a nuestro
Dios nuestro gran hermano gozó su deseo de ser cadete leonciopradino amado por
su familia, su madrina y hermanos de la XIX promoción que dio al Perú
destacados profesionales entre ellos José Luis Villavicencio Araníbar.
Tres
grandiosos años vividos y gozados, años en que todo joven crece físicamente y
espiritualmente por la dureza de lo militar pero también de la hermoso que es
cultivar la amistad que no es pasajera como en otros centros educativos, en
nuestra alma mater la hermandad tan bella es permanente e inolvidable.
Pepelucho
de la XIX promoción es un hermano hoy de todas las promociones, porque tanto es
su amor que nos entrega y demuestra en las caminatas, actividades sociales,
deportivas y reuniones infaltables de cenar exquisiteces con un comportamiento
como el de los años maravillosos, más claro volvemos a ser los mismos
jovencitos de cristina beige, uniforme de faena y borceguíes negros que
identifican al caballero cadete del Colegio Militar Leoncio Prado.
Hermano
leonciopradino conozco que amas, que extrañas y vives soñando siempre con las
cuadras, las aulas, el patio central y los turnos de imaginaria, te recomiendo
de todo corazón que abras tu Facebook y busques la página de El Imaginaria y
retrocederás en el tiempo y ya no soñarás, sino que volverás a la realidad de
aquellos viejos pero hermosos tiempos del cadete del Colegio Militar Leoncio
Prado.
Cuánto
le debemos a nuestro querido hermano Pepelucho que nunca podremos compensarle
su amor fraterno, su tiempo permanente y entrega de su gran corazón a todos
nosotros los Leonciopradinos.
¡GRACIAS…GRACIAS...GRACIAS, QUERIDO JOSÉ LUIS VILLAVICENCIO
ARANIBAR NUESTRO ETERNO “PEPELUCHO”!
Con
el corazón agradecido de siempre….
Todas
las promociones egresadas del Colegio Militar Leoncio Prado.
Rodolfo Mendoza
XVI
CMLP