Como escribí en una
crónica anterior la lectura de este maravilloso libro me transportó a mis
orígenes, a mis sueños de mi niñez y de adolescente tierno por pertenecer al
gran Colegio Militar Leoncio Prado.
A través de la Gaceta Leoncipradina
hice llegar capitulo a capitulo la obra de Oscar Gómez Peralta quien con no
solo su excelente prosa, sino son sus propios sentimientos y emociones nos
relata sus memorias vividas en relación a nuestra alma mater.
Estoy seguro que cada uno
que lea estos capítulos se transportará a su época y entenderá que el ser
leonciopradino es para toda la vida y la fraternidad forjada en esas
maravillosas paredes será eterna
Un abrazo
Pepelucho
EL PRIMER ESLABON DE ORO
Por: OSCAR
GOMEZ PERALTA
Ex-alumno de
la Primera Promoción CMLP. Ex-presidente de la Asociación de Ex-alumnos del
CMLP. Doctor en Odontología, Psicopedagogo y experto en asuntos sociales y
Comunicación Social, por sus trabajos científicos ha merecido el premio
nacional Hipólito Unanue.
Obras
Escritas:
Marginalidad
y Salud Oral en el Perú (Tesis Doctoral). Problemática de las Poblaciones
Marginales en el Perú. Historia de los campeonatos Mundiales de Fútbol. La
Odontología Comunitaria. Manual de Promoción de la Recreación y Organización de
los Tiempos Libres. Manual de Prevención Minusvalías. Problemas de la Tercera
Edad en el Perú. Documentos del Avano(novela) La Visión de los Ciegos (relatos
y poesía) con la coautoría de mano Efraín A. Las poblaciones marginales Perú.
Colaborador
de los diarios "El Comercio", "La Prensa", "Ultima
Hora", "Expreso", "Extra", "La República" y
los semanarios "Opinión Libre" y "El Tiempo" ha escrito
sobre Odontología, Sociología, Política, Problemas de la Tercera Edad,
Minusvalias, Marginalidad y Promoción Social.
Catedrático
universitario, y funcionario relevante en la Junta de Asistencia Nacional,
Instituto Peruano de Seguridad Social, RTP y el Instituto Nacional de
Teleducación, ha dirigido dos grandes investigaciones nacionales:
Problemática
de la Tercera Edad en el Perú. Problemática de los Minusválidos en el Perú.
Es creador
de los siguientes programas para la tercera edad:
• Clubes de
Jubilados.
• Centros de
Promoción Socio-Cultural.
• Centros
Gerontológicos.
• Ayuda
Social Domiciliaria. - Coro de Jubilados, Peñas Estudiantinas y Grupos
Teatrales.
Pertenece a
las más importantes instituciones científicas del país y ha sido ponente en
seminarios internacionales promovidos por la OISS (Organización Iberoamericana
de Seguridad Social).
En el ámbito
de la comunicación social ha dirigido los programas para TV: Símbolos de la
Patria, La Familia y la Seguridad Social y La Seguridad Social y la Recreación.
Fue además creador de los espacios radiofónicos para promoción social en
barrios mar-ginales y comunidades campesinas.
Testimonio
Personal sobre el Colegio Militar " Leoncio Prado "
A la memoria
del General de División JOSE DEL CARMEN MARIN ARISTA, Director Fundador del
CMLP, ejemplo de honestidad, idoneidad y hombría de bien.
"LAS
IDEAS NO SE IMPONEN, SE EXPONEN"
Marín
INDICE
1
Presentación 13
2 Palabra
Liminar 17
3 Víspera de
los Cincuenta 23
4 Una Decisión Importante 31
5 ¿Por qué el Colegio Militar? 45
6 El Ingreso al Internado 57
7 El día de la Inauguración 61
8 Nuestro
Patrono: LEONCIO PRADO 77
9 Los Actores de la Historia 101
10 JOSE DEL
CARMEN MARIN: Maestro y Soldado 107
11 Tres
Tigres al Acecho 117
12 Los que se fueron a Cuba 127
13 La Décima Sección 131
14
Integración Nacional 151
15 El Himno
del Colegio 155
16 JUAN
MENDOZA RODRIGUEZ: Promotor y Director
161
17 Nuestros
Maestros 169
18 La
Diáspora Juvenil del 46 193
19 Los que
no Contestarán: ¡PRESENTE! 203
20 Las
Dictaduras y la Democracia 237
21 Se hace
Camino al Andar 255
22
Disciplina, Moralidad y Trabajo 285
23 Mens Sana
in Corpore Sano 293
24 La
Segunda y Tercera Promoción 303
25 El
Colegio Militar y la Educación Peruana 331
26 Nuestras
Asociaciones 337
27 La Tenida
Blanca 357
28
EPILOGO 367
ANEXOS
• Decreto
Supremo 381
• Decreto
Ley 384
• Álbum
Fotográfico 385
• Jefes y
Oficiales del CMLP 1944 - 1946 395
• Profesores
Fundadores 397
• Profesores 44 - 46 398
• Relación
de Cadetes de la Primera
Promoción que egresaron en 1946 399
PRESENTACION
La reunión
del reencuentro que realizamos el pasado 28 de 4 agosto en el CMLP y al que concurrí apenas
llegado de un viaje de urgencia de Caracas 'a Lima, me ha permitido compartir
muchas horas de franca y añeja camaradería con más de 70 ex-alumnos de la primera
promoción. No hay duda de que éste es el preludio de lo que será la gran
reunión celebratoria del quinquagésimo aniversario de nuestro ingreso al
Colegio Militar el próximo 22 de mayo de 1994. Estas BODAS DE ORO que nos
convoca al re-encuentro con nuestras más caras vivencias y recuerdos juveniles
se verá enriquecida, sin duda alguna, por la publicación del libro titulado
"EL PRIMER ESLABON DE ORO", testimonio personal sobre el CMLP que ha
escrito nuestro condiscípulo y amigo el doctor OSCAR E. GOMEZ PERALTA y que me
permito presentar en esta oportunidad.
Con Oscar
Gómez Peralta me une una larga amistad que nació en las aulas leonciopradinas,
se acrecentó en la Universidad Nacional
de San Marcos, donde ingresamos en 1947 y se enriqueció en nuestras
tareas y esfuerzos por organizar y poner en funcionamiento la Asociación de
Ex-alumnos del CMLP en cuya segunda directiva yo fui Presidente y él actuó como
Secretario , amistad ésta que se mantiene vigente al cumplir 50 años. Hasta
hace poco y en razón de mi residencia en Venezuela no tenía conocimiento de la
calidad de escritor y ensayista que tiene Oscar, ahora al conocer y leer las
obras que ha escrito , me felicito de ser su amigo y condiscípulo y lo felicito
por su calidad de escritor y por el profundo conocimiento que tiene de la
realidad social del país, que tanto necesita de hombres preocupados por los
sectores más deprimidos de la población, por los marginados, por los
minusválidos, por la tercera edad. En esta obra de Oscar, se trasunta el espíritu leonciopradino que cinceló en mentes y
corazones nuestro querido director y amigo el General Marín Arista.
Este libro
de homenaje al CMLP, dedicado además al maestro y guía José del Carmen Marín,
está escrito con el corazón y la mente puestos en el Perú y en la pléyade
juvenil de pioneros que fuimos los de la primera promoción del CMLP, que como
Gómez sostiene, es la de los fundadores.
EL PRIMER
ESLABON DE ORO constituye un esfuerzo editorial común sugestivo contenido de
temas concatenados que van tejiendo capítulo a capítulo la historia del Colegio
Militar, nuestra historia, aquella en la que todos nosotros somos los
protagonistas. Es el testimonio personal de Oscar Gómez y es su visión
retrospectiva de lo que fueron los años aurorales de la fundación del Colegio.
Este
testimonio es revelador, recoge e hilvana trozos de vivencias palpitantes de la
realidad que nos tocó vivir en las aulas leonciopradinas. Es una obra que está
escrita con pasión y sinceridad y que en
cada uno de los 28 capítulos que contiene pone en evidencia la cara limpia y
trasparente de la vida en el CMLP. La lectura del libro es cautivante por la
riqueza anecdótica de la información que maneja, por la sencillez del lenguaje,
por su compromiso reiterado con el Colegio, sus directores, maestros,
oficiales, sub-oficiales y demás integrantes de los diversos servicios que
cautelaron nuestra educación y seguridad. La descripción de cada uno de los
personajes es clara, humana, sincera, tanto que tras ellos emergen recuerdos
atesorados en lo más profundo de nuestros corazones.
EL PRIMER
ESLABON DE ORO presenta una visión global de los primeros años de trabajo y
estudio en el CMLP, del cómo y el porqué de cada uno de sus aspectos y
objetivos, de la evolución y mejoramiento de las condiciones de vida, duras al
comienzo como si hubieran estado previstas para templar el carácter de los
bisoños cadetes que se iniciaban bajo el signo de una disciplina dura, pero
necesaria.
Con
pinceladas magistrales Gómez Peralta nos presenta la síntesis de la vida y obra
del heroico Leoncio Prado inmolado en Huamachuco , nuestro patrono y arquetipo
y las de José del Carmen Marín, maestro y soldado y de Juan Mendoza Rodríguez,
el enérgico y activo continuador de Marín. Hace una reseña cálida y emotiva de
nuestros maestros y oficiales y dedica sentidas páginas a sus compañeros de
sección los de la décima, tal vez por haber estado cerca de ellos intensamente,
sin dejar de mencionar a todos los que él denominó integración nacional y la
diáspora del 46.
Resulta
aleccionador el recuerdo que hace de los que no contestarán: ¡PRESENTE!, esto
es de nuestros queridos condiscípulos que se nos adelantaron en el viaje sin
retorno, y las evocaciones de Pinasco, Parodi, Escorza y Gutiérrez Peña, entre
otras, revelan facetas desconocidas de la vida de quienes compartieron con
nosotros del 44 al 46 emociones, experiencias y lecciones que jamás podremos
olvidar.
EL PRIMER
ESLABON DE ORO, es un testimonio que nos atañe y compromete a todos los
integrantes de la primera promoción y espero que se convierta, como el autor
reclama, en eso, en el primer eslabón de fraternidad, amistad, camaradería y
trabajo que debemos realizar todos aquellos que tuvimos la suerte de ser
leonciopradinos, para formar la indestructible cadena que nos permita con
esfuerzo, trabajo y dedicación coadyuvar al desarrollo de nuestra Patria y su
progreso.
Tenemos el
compromiso histórico de asumir nuestras responsabilidades frente al país y a
nuestros compatriotas, seguiremos trabajando por la libertad y la democracia,
porque el Perú siga su ruta ascendente de progreso con el apoyo y trabajo de
todos los leonciopradinos.
Un fraterno
abrazo a Oscar Enrique por este esfuerzo y mi recuerdo emocionado a todos mis
compañeros de promoción y del Colegio Militar con sus 47 promociones.
Un fraterno abrazo a Oscar Enrique por este esfuerzo y mi recuerdo emocionado a todos mis compañeros de promoción y del Colegio Militar con sus 47 promociones.
Hugo Ancieta Calderón
PALABRA
LIMINAR
EL
PRIMER ESLABON DE ORO es fruto de un esfuerzo personal en homenaje al
QUINCUAGESIMO ANIVERSARIO del ingreso al Colegio Militar " Leoncio Prado
" de los integrantes de la Primera Promoción, la de los fundadores.
CINCUENTA
AÑOS en la vida de una institución no es sino un leve soplo en la vastedad del
tiempo y la historia, sin embargo, muchas cosas suceden en ese lapso.
Importantes hechos y acontecimientos se han producido en el Perú al correr de
los años y en estos últimos cincuenta han surgido en el país instituciones como
el Colegio Militar que significan un aporte singular en el progreso de la
educación nacional. En cincuenta años han egresado cuarentaisiete promociones
del CMLP y los ex-alumnos han contribuido, cualquiera fuera el lugar en el que
se encuentren o trabajen, a una nueva forma de ver y sentir al Perú y sus
problemas.
Cientos,
miles de jóvenes, representantes de las más diversas latitudes de nuestra vasta
geografía, de las más diversas extraccio-nes sociales, y provenientes de muy
diversos centros educativos públicos y privados, han recibido una sólida
formación física, intelectual y moral que los han convertido en portavoces y
mensa-jeros de una doctrina basada en el respeto a los derechos, el
cumplimiento de los deberes, el amor al trabajo y la libertad y en ciudadanos
con una ejemplar formación cívico-patriótica.
El
Leoncio Prado es un colegio que ha servido como el gran laboratorio nacional en
donde junto al civismo, se han cultivado las más diversas disciplinas
humanísticas y deportivas para lograr la formación integral de una juventud que
luego ha destacado en las diversas actividades que cumple el hombre peruano.
Hay en el espíritu de cada egresado del CMLP un sólido principio de solida-ridad
al servicio del país y fortaleza para afrontar sus problemas, todo esto con el
respaldo de una formación basada en la disciplina, la moralidad y el trabajo.
Sin
lugar a dudas, mucho ha ganado el Perú y la educación con la creación y
funcionamiento del Colegio Militar, que desde sus horas aurorales fue un
plantel donde se forjaron virtudes cívicas que cincelaron en el corazón y la
mente de los leonciopradinos ideas de superación permanente, de moralidad, de
respeto a las instituciones y a las personas, de promoción y gratitud a los
valores y a los hombres que nos dieron Patria y Libertad; ha sido además
permanente escuela de fraternidad y compañerismo.
El
Colegio Militar es expresión tangible de lo que sus creadores aspiraron que
fuera: forja nacional en la que se fundieron los ideales y aspiraciones de la
juventud peruana, de la ciudad y del campo, de la costa, la sierra y la selva.
Este fue el ensayo del proceso integrador más importante de la década del 40,
el esfuerzo más serio en busca de nuestra identidad nacional. En efecto,
decenas de adolescentes provenientes de las más diversas latitudes del país
conformaron la primera promoción de leonciopradinos, que fueron educados por
los mejores profesores con que contaba el país, seleccionados en riguroso
concurso y con los mejores instructores militares. Ellos aplicaron en el
proceso enseñanza-aprendizaje las más modernas técnicas pedagógicas. Los
cadetes desarrollaron cuerpo, mente y espíritu recibiendo los estímulos
necesarios. La eficiencia de la preparación física en la que no se descuidó la
enseñanza de ninguna disciplina deportiva y la pre-paración humanística que
recibieron, sumadas a la disciplina militar y el culto a héroes y símbolos
patrios, han sido los medios que han permitido al país contar ahora con
millares de egresados quienes, diseminados por todo el país, trabajan en las
más diversas actividades productivas, administrativas y de defensa, asumiendo
responsabilidades directrices públicas y privadas.
Cuarentaisiete
promociones han egresado del CMLP, cada una de ellas forma un eslabón de la
cadena de oro que empezamos a construir los leonciopradinos a partir de este
cincuentenario que celebramos con sabor a triunfo y gloria, evocación y
gratitud, orgullo y pasión y, sobre todo, ejemplo para las generaciones
venideras.
EL
PRIMER ESLABON DE ORO es eso, el primero de la cadena de solidaridad y
fraternidad que construimos quienes formamos parte de esta hermandad
leonciopradina que tiene elevados ideales que cautelar, ama al Perú y a su
historia y no niega su concurso, cualquiera que sea la situación y
circunstancia para trabajar por la comunidad nacional en procura de lograr un
real mejoramiento de las condiciones de vida de todos los peruanos.
EL
PRIMER ESLABON DE ORO es el comienzo de la gran cadena de laboriosidad, en la
que todos los leonciopradinos nos esforzaremos para seguir trabajando a fin de
ayudar a sacar al país de la crisis que nos agobia y para que nuestros hijos,
imbuidos del espíritu creador de los pioneros, encuentren en el ejemplo de sus
mayores el aliento para secundarnos y, por qué no, superarnos en logros y
realizaciones.
Esta
publicación es sólo un hito en el camino de la historia leonciopradina. Está
escrita con amor y preocupación por los problemas del Perú; aspira por eso, a
ser no solamente la primera de una obra que debe continuar, sino un
indesmayable esfuerzo de superación y lucha por la realización de nuestros
ideales de ayer, que están actualizados hoy.
Muchos
años de fatiga y sacrificio demandaron el que nuestro país transitara por los
fecundos caminos de la democracia. El Colegio Militar nació bajo un régimen
democrático y en sus aulas se practicó y vivió la democracia con un régimen de
igualdad, en donde sólo se privilegiaba el talento, sin importar ni la posición
social, ni el poder económico. Este es, seguramente uno de los secretos de su
éxito y supervivencia.
Aquí
están nuestros sentimientos y emociones, nuestras dudas y cavilaciones,
nuestras pequeñeces y grandezas, el éxito y el fracaso, tal vez es ambicioso
pensar en un balance, en todo caso éste es el testimonio personal de quien
mucho debe al CMLP y cuya deuda aún no ha pagado.
Lima,
diciembre de 1993
VISPERA DE LOS CINCUENTA
Pablo Castro Colina el
infatigable promotor de las reuniones leonciopradinas de los integrantes de la
primera promoción me llamó por teléfono para citarme a una comida de
camaradería de los ex-tigres. Al juntarse en 1946 la novena con la segunda
sección formaron el equipo de los "tigres". Yo recuerdo que cuando
estaba en la décima formábamos con la primera el equipo de los
"pumas" y éramos de los mejores en todos los deportes hasta en water
polo en el que Gustavo Cesti era insuperable. Esta comida en el Centro
Aeronáutico era para tratar asuntos relacionados con el quincuagésimo
aniversario de nuestro ingreso al CMLP el 22 de mayo de 1944, y a Lucho Cueto
se le había ocurrido que era mejor citar a los ex-alumnos por pequeños grupos.
Ahora se reunían quienes antes fuimos "tigres", tal era el nombre de
nuestro equipo deportivo. Los que quedamos de la novena y décima a estas
alturas de la vida somos ya unos tigres desdentados, que damos de vez en cuando
un gruñido o emitimos una queja por algo que nos falta. Tres meses antes fuimos
convocados por Guillermo Noriega, Presidente de nuestra Promoción para festejar
la elección de Juan Carrión Ruiz como integrante del Congreso Constituyente
Democrático. El "Pato" Carrión con quien tengo una estrecha,
fructífera y muy larga amistad y que es el ex-condiscípulo con el que he
compartido ideas, aspiraciones, proyectos y hasta sueños a lo largo de estos
casi diez lustros, había renunciado al Movimiento Libertad del que formaba
parte desde su fundación, en desacuerdo por la prédica de Mario Vargas Llosa en
el extranjero reclamando el apoyo de la comunidad internacional para bloquear
la ayuda económica al Perú, por haberse producido el autogolpe de Fujimori el 5
de abril de 1992. Convocadas las elecciones al CCD, Juan fue llamado por Rafael
Rey y conformó la lista del Movimiento Renovación como único candidato por el
departamento de Junín. Hizo cálculos y prospecciones muy acertadas y contando
con los votos preferenciales que le dieron sus paisanos tarmeños resultó
elegido congresista en forma sorpresiva, derrotando a más de un peso pesado de
la política criolla. Muchos quedaron asombrados con esta elección, todos menos
Juan, a quien su olfato político no le falló esta vez. El concentró sus
esfuerzos publicitarios en Tarma y Chanchamayo y ahí obtuvo los votos necesarios
para ser elegido congresista. Con esta elección se sacó el clavo de la derrota
del FREDEMO en las elecciones generales de 1990 y en las que él fue candidato a
diputado por Junín con el Nro. 3. Después de mucho tiempo hubo una asistencia
masiva a una reunión de la primera promoción que tuvo lugar en el Centro
Aeronáutico, por especial gestión del General FAP (r) Carlos Arias Grazziani.
73 ex-alumnos de la primera promoción festejamos este triunfo electoral de Juan
Carrión y pudimos ser 74, pero las rígidas normas del club impidieron el
ingreso de Gustavo Cesti por vestir con saco de cuero en lugar de chaqueta,
Gustavo no tuvo la cundería de Raúl Peña quien al no tener corbata, uso la
pajarita de uno de los mozos de servicio. Observé discretamente la escena y los
apuros de varios ex-alumnos por tratar que Gustavo ingresara. Nada. Tuvo que
cumplirse el severo reglamento. Cuando nos sentamos a comer yo había perdido el
apetito. Nunca he podido aceptar estos formalismos absurdos en un país tan
informal como el nuestro. Recuerdo que en una oportunidad en el restaurant
Tambo de Oro le pregunté airado al portero que no me dejaba ingresar a comer,
sin corbata, si a ellos les importaba más mi corbata o el dinero que iba a
pagar por el consumo. En esta ocasión me dediqué a observar y escuchar. Todos
estaban sorprendidos por el crecido número de asistentes, sin percatarse de los
secretos atractivos que tiene el poder y quien lo ejerce, de ningún modo quiero
restarle mérito a Juan y su capacidad de convocatoria, él tiene cualidades muy
especiales: sencillo, cariñoso, impasible, con una permanente sonrisa, y dotado
de una modestia envidiable, él ha sabido navegar entre débiles y poderosos,
entre triunfadores y los que quedaron a mitad de camino, polifacético, viajero
infatigable por todos los caminos del planeta, creo que el secreto de su éxito
ha sido su fraterna, amplia y desinteresada amistad. Juan es de aquellas
personas cuya mano izquierda no sabe lo que hace su derecha. Este fue un
agasajo con sabor a gloria y despedida, porque salvo que se produzca algún
milagro posterior, creo que ya todos llegamos hasta donde podíamos llegar y es
poco lo que podemos esperar mañana. Evidentemente que el anterior agasajo que
nos congregó para congratular a Roberto Mac Lean por su designación como
Embajador del Perú en Estados Unidos, no fue el último como muchos
pronosticaron,
Juan con su elección dio
el mentís y nos puso nuevamente en vigencia haciéndonos avizorar que el festejo
de nuestros cincuenta años de ingreso al colegio, con ese elevado número de
asistentes a su homenaje nos asegura que seremos por lo menos unos 120 o 150
ex-alumnos, de los 234 que egresamos el año 46, los que estaremos presentes en
nuestra anhelada cita del 22 de mayo de 1994, y esa asistencia será muy significativa,
sobre todo si tomamos en cuenta que ya son más de 50 los que marcharon al viaje
sin retorno y sólo su recuerdo iluminará estas Bodas de Oro. En el ágape a Juan
en el que hubo muchos discursos, una vez más no pudimos salvarnos de la siempre
extensa y reiterativa perorata de Willy Noriega quien ha resultado de una
locuacidad inimaginable. Pensé que al margen de recuerdos y evocaciones de
nuestros ya lejanos años juveniles ésta era la hora del balance, del
testimonio, de la confesión y la autocrítica. Que era conveniente que algún
ex-cadete se tomara el trabajo de preparar algo que fuera más que un discurso o
una arenga, de una evocación o una proclama. Días después conversé con el
"Pato" para actualizar un proyecto que habíamos preparado junto con
Jorge Melgar con quien nos reuníamos habitualmente en el restaurant "El
Tambo" de la Av. Arequipa para discutir de política, economía, asuntos
sociales, etc. y sobre todo para seguir rindiendo culto a una amistad
inquebrantable de tantos años en los que compartimos desde tareas dirigenciales
en la Asociación de Ex-alumnos del CMLP, hasta actividades políticas que
comprometieron nuestra dedicación y entrega personales. Juan me escuchó con
atención pero sin entusiasmo. Era evidente que sus nuevas ocupaciones parlamentarias
y su entrada a las entrañas del poder habían morigerado sus ímpetus y aumentado
su pragmatismo. Escribir algo ¿para qué? ¿para quién? ¿hay todavía personas que
leen? ¿Estamos preparados para escuchar las verdades o nos siguen gustando las
medias verdades almibaradas? Anda con cautela me dijo casi al despedirse; en
este país son muy pocos los que leen, menos aún los que compran libros. Yo
quedé convencido de mi verdad, había que poner en blanco y negro nuestras ideas
y experiencias.
La reunión de los
"tigres" le dio mayoría absoluta a la novena, ahí estaban con poco
pelo y muchas canas Raúl Freund, Hugo Mazzotti, Ciro Saravia, Luis Cueto Aragón
y Jorge Ruiz Calderón. Llegue un poco tarde porque fui a casa a ponerme saco y
corbata. Al arribar al lugar de la cita me encontré con la sorpresa de que para
esta ocasión no era necesario usar ropa formal porque la reunión se celebraría
en un ambiente lejano al pabellón central del C.A. Por la segunda sección
estuvieron Pedro Castro Colina, Pedro Aranda Benítez, con quien he resultado
emparentado, pues hace pocos años atrás decidió abandonar su madura soltería y
desposó a una prima que vivía en la calle El Carmen de los Barrios Altos.
Estuvo también Juan Carrión que vino directamente del Congreso al Club y llegó
antes que nos sentáramos a comer; también llegaron Germán Pastor Cueva quien es
regidor de Magdalena del Mar y el general FAP (r) Salvador Barrios. Además de
los "tigres" asistieron Héctor Chumpitazi Calderón, General de
Brigada EP (r) Presidente de la Primera Promoción y Carlos Arias Grazziani,
General FAP (r), Presidente de la Comisión Central de Festejos de nuestras
Bodas de Oro, también Willy Noriega, ex-presidente de la Primera Promoción.
Aquí nuevamente comenzó
la interminable discusión sobre los festejos de nuestras bodas de oro y su
financiación. Pocos eran los que habían cancelado los $ 100 que debemos aportar
para este fin y sólo nos salvaba de la bancarrota, la generosa donación de Hugo
Ancieta, quien tiene una envidiable posición económica y laboral en Venezuela.
Hugo había viajado anteriormente acompañado por nuestro ex-instructor el
teniente (r) Alfonso Llosa Llosa para participar en el homenaje a Carrión.
Llosa está convertido en un distinguido economista a nivel internacional y
disfrutó esa noche del cariño y respeto de quienes estuvimos bajo sus órdenes
hace ya cerca de cinco décadas. Se ha planteado, y así será probablemente, una
semana jubilar llena de remembranzas, cocteles, homenajes, desfiles y cena de gala.
Hasta se discutió si debíamos asistir usando uniforme o ropa formal.
Evidentemente que por actos sociales y protocolares no nos vamos a quedar
atrás; es más, creo que ya las adormiladas neuronas de muchos promocionales han
empezado a funcionar y es posible que podamos efectuar una celebración
histórica. Los apremios económicos sí son preocupantes y ese fue tema de
análisis, en el que volvimos a reconocer la inveterada costumbre de los
peruanos de esperar el último minuto para decidirse a participar en algo. Había
que empezar una agresiva campaña de comunicación para convocar a todos los
promocionales y comprometer su participación activa. Creo que poco a poco se
despertará el entusiasmo y todos pondremos el hombro para que el primer eslabón
de oro de la cadena que se formará a partir del 22 de mayo, sea lo
suficientemente sólida como para que la fraternidad leonciopradina se mantenga
indestructible. En esa ocasión reiteré mi decisión de escribir este libro, en
él va mi visión y perspectivas personales, el balance y la crítica de lo que
creo ha sido mi promoción, mi colegio y sus maestros, mis recuerdos ligados
siempre y en todo lugar a los tres años que cambiaron mi vida y el lugar que
ocupé en la diáspora del 46.
Me quedé pensando en el
gesto de Raúl Freund Díaz, Ex-Gerente General de los Supermercados confiscados por
Velasco, que queriendo hacer una demostración de colaboración personal, para
que las cartas a las que aludía Arias Grazziani llegaran a tiempo donó cien
soles y despertó los demonios de Hugo Mazzotti. Trascurridos 50 años casi nada
había cambiado en nuestro carácter, los vi como cuando disputaban en la cuadra
que nos servía de dormitorio para saber quién había tendido mejor su cama. El
"Pato" Carrión me trajo de vuelta a casa al filo de la medianoche y
ese día empecé a borronear lo que sería el primer capítulo de este libro. He
conversado después con Hugo Brignetti, Alejandro Huarcaya, Gonzalo Casas,
Miguel Castillo, Herrmann Hamann, cada quien tiene sus propias ideas y
recuerdos pero todos coinciden en que esta celebración debe ser algo más que un
frívolo homenaje.
Hay que empezar a hurgar
en el pasado, recoger las lecciones y el mensaje de los fundadores, volcar
nuestras experiencias personales y profesionales y tratar de dejar un
testimonio a la posteridad. Tenemos mucho que mostrar y aunque en muchos casos
no hemos llegado a la cumbre, sí creo que nos hemos esforzado por ser
eficientes y responsables. Estamos en la etapa del balance y los ímpetus
juveniles de hace 50 años han dado paso a la reflexión y tal vez al juicio
certero. Recordemos con Víctor Hugo que "en los ojos del joven arde la
llama, en los ojos del viejo brilla la luz". Que la luz que sepamos
irradiar, ilumine el camino de los que nos siguen, de nuestros hijos y de los
hijos de nuestros hijos.
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