jueves, 22 de julio de 2021

EL PRIMER ESLABON DE ORO - I VISPERA DE LOS 50

 

Como escribí en una crónica anterior la lectura de este maravilloso libro me transportó a mis orígenes, a mis sueños de mi niñez y de adolescente tierno por pertenecer al gran Colegio Militar Leoncio Prado.

A través de la Gaceta Leoncipradina hice llegar capitulo a capitulo la obra de Oscar Gómez Peralta quien con no solo su excelente prosa, sino son sus propios sentimientos y emociones nos relata sus memorias vividas en relación a nuestra alma mater.

Estoy seguro que cada uno que lea estos capítulos se transportará a su época y entenderá que el ser leonciopradino es para toda la vida y la fraternidad forjada en esas maravillosas paredes será eterna

Un abrazo

Pepelucho



EL PRIMER ESLABON DE ORO

Por: OSCAR GOMEZ PERALTA



Ex-alumno de la Primera Promoción CMLP. Ex-presidente de la Asociación de Ex-alumnos del CMLP. Doctor en Odontología, Psicopedagogo y experto en asuntos sociales y Comunicación Social, por sus trabajos científicos ha merecido el premio nacional Hipólito Unanue.

Obras Escritas:

Marginalidad y Salud Oral en el Perú (Tesis Doctoral). Problemática de las Poblaciones Marginales en el Perú. Historia de los campeonatos Mundiales de Fútbol. La Odontología Comunitaria. Manual de Promoción de la Recreación y Organización de los Tiempos Libres. Manual de Prevención Minusvalías. Problemas de la Tercera Edad en el Perú. Documentos del Avano(novela) La Visión de los Ciegos (relatos y poesía) con la coautoría de mano Efraín A. Las poblaciones marginales Perú.

Colaborador de los diarios "El Comercio", "La Prensa", "Ultima Hora", "Expreso", "Extra", "La República" y los semanarios "Opinión Libre" y "El Tiempo" ha escrito sobre Odontología, Sociología, Política, Problemas de la Tercera Edad, Minusvalias, Marginalidad y Promoción Social.

Catedrático universitario, y funcionario relevante en la Junta de Asistencia Nacional, Instituto Peruano de Seguridad Social, RTP y el Instituto Nacional de Teleducación, ha dirigido dos grandes investigaciones nacionales:

Problemática de la Tercera Edad en el Perú. Problemática de los Minusválidos en el Perú.

Es creador de los siguientes programas para la tercera edad:

• Clubes de Jubilados.

• Centros de Promoción Socio-Cultural.

• Centros Gerontológicos.

• Ayuda Social Domiciliaria. - Coro de Jubilados, Peñas Estudiantinas y Grupos Teatrales.

Pertenece a las más importantes instituciones científicas del país y ha sido ponente en seminarios internacionales promovidos por la OISS (Organización Iberoamericana de Seguridad Social).

En el ámbito de la comunicación social ha dirigido los programas para TV: Símbolos de la Patria, La Familia y la Seguridad Social y La Seguridad Social y la Recreación. Fue además creador de los espacios radiofónicos para promoción social en barrios mar-ginales y comunidades campesinas.

Testimonio Personal sobre el Colegio Militar " Leoncio Prado "

A la memoria del General de División JOSE DEL CARMEN MARIN ARISTA, Director Fundador del CMLP, ejemplo de honestidad, idoneidad y hombría de bien.

"LAS IDEAS NO SE IMPONEN, SE EXPONEN"

Marín

 

 

 

INDICE

1 Presentación                                                                     13

2 Palabra Liminar                                                                17

3 Víspera de los Cincuenta                                                   23

 4 Una Decisión Importante                                                 31

 5 ¿Por qué el Colegio Militar?                                            45

 6 El Ingreso al Internado                                                    57

 7 El día de la Inauguración                                                61

8 Nuestro Patrono: LEONCIO PRADO                              77

 9 Los Actores de la Historia                                               101

10 JOSE DEL CARMEN MARIN: Maestro y Soldado    107 

11 Tres Tigres al Acecho                                                   117

 12 Los que se fueron a Cuba                                            127

 13 La Décima Sección                                                      131

14 Integración Nacional                                                    151

15 El Himno del Colegio                                                   155

16 JUAN MENDOZA RODRIGUEZ: Promotor y Director  161 

17 Nuestros Maestros                                                         169

18 La Diáspora Juvenil del 46                                            193

19 Los que no Contestarán: ¡PRESENTE!                        203

20 Las Dictaduras y la Democracia                                    237

21 Se hace Camino al Andar                                            255

22 Disciplina, Moralidad y Trabajo                                  285

23 Mens Sana in Corpore Sano                                        293

24 La Segunda y Tercera Promoción                              303

25 El Colegio Militar y la Educación Peruana                331

26 Nuestras Asociaciones                                                        337

27 La Tenida Blanca                                                       357

28 EPILOGO                                                                   367

ANEXOS

• Decreto Supremo                                                         381

• Decreto Ley                                                                 384

• Álbum Fotográfico                                                      385

• Jefes y Oficiales del CMLP 1944 - 1946                      395

• Profesores Fundadores                                               397

 • Profesores 44 - 46                                                       398

• Relación de Cadetes de la Primera

 Promoción que egresaron en 1946                                   399

 

 

PRESENTACION

La reunión del reencuentro que realizamos el pasado 28 de 4  agosto en el CMLP y al que concurrí apenas llegado de un viaje de urgencia de Caracas 'a Lima, me ha permitido compartir muchas horas de franca y añeja camaradería con más de 70 ex-alumnos de la primera promoción. No hay duda de que éste es el preludio de lo que será la gran reunión celebratoria del quinquagésimo aniversario de nuestro ingreso al Colegio Militar el próximo 22 de mayo de 1994. Estas BODAS DE ORO que nos convoca al re-encuentro con nuestras más caras vivencias y recuerdos juveniles se verá enriquecida, sin duda alguna, por la publicación del libro titulado "EL PRIMER ESLABON DE ORO", testimonio personal sobre el CMLP que ha escrito nuestro condiscípulo y amigo el doctor OSCAR E. GOMEZ PERALTA y que me permito presentar en esta oportunidad.

Con Oscar Gómez Peralta me une una larga amistad que nació en las aulas leonciopradinas, se acrecentó en la Universidad Nacional  de San Marcos, donde ingresamos en 1947 y se enriqueció en nuestras tareas y esfuerzos por organizar y poner en funcionamiento la Asociación de Ex-alumnos del CMLP en cuya segunda directiva yo fui Presidente y él actuó como Secretario , amistad ésta que se mantiene vigente al cumplir 50 años. Hasta hace poco y en razón de mi residencia en Venezuela no tenía conocimiento de la calidad de escritor y ensayista que tiene Oscar, ahora al conocer y leer las obras que ha escrito , me felicito de ser su amigo y condiscípulo y lo felicito por su calidad de escritor y por el profundo conocimiento que tiene de la realidad social del país, que tanto necesita de hombres preocupados por los sectores más deprimidos de la población, por los marginados, por los minusválidos, por la tercera edad. En esta obra de Oscar, se trasunta el espíritu  leonciopradino que cinceló en mentes y corazones nuestro querido director y amigo el General Marín Arista.

Este libro de homenaje al CMLP, dedicado además al maestro y guía José del Carmen Marín, está escrito con el corazón y la mente puestos en el Perú y en la pléyade juvenil de pioneros que fuimos los de la primera promoción del CMLP, que como Gómez sostiene, es la de los fundadores.

EL PRIMER ESLABON DE ORO constituye un esfuerzo editorial común sugestivo contenido de temas concatenados que van tejiendo capítulo a capítulo la historia del Colegio Militar, nuestra historia, aquella en la que todos nosotros somos los protagonistas. Es el testimonio personal de Oscar Gómez y es su visión retrospectiva de lo que fueron los años aurorales de la fundación del Colegio.

Este testimonio es revelador, recoge e hilvana trozos de vivencias palpitantes de la realidad que nos tocó vivir en las aulas leonciopradinas. Es una obra que está escrita con pasión y  sinceridad y que en cada uno de los 28 capítulos que contiene pone en evidencia la cara limpia y trasparente de la vida en el CMLP. La lectura del libro es cautivante por la riqueza anecdótica de la información que maneja, por la sencillez del lenguaje, por su compromiso reiterado con el Colegio, sus directores, maestros, oficiales, sub-oficiales y demás integrantes de los diversos servicios que cautelaron nuestra educación y seguridad. La descripción de cada uno de los personajes es clara, humana, sincera, tanto que tras ellos emergen recuerdos atesorados en lo más profundo de nuestros corazones.

EL PRIMER ESLABON DE ORO presenta una visión global de los primeros años de trabajo y estudio en el CMLP, del cómo y el porqué de cada uno de sus aspectos y objetivos, de la evolución y mejoramiento de las condiciones de vida, duras al comienzo como si hubieran estado previstas para templar el carácter de los bisoños cadetes que se iniciaban bajo el signo de una disciplina dura, pero necesaria.

Con pinceladas magistrales Gómez Peralta nos presenta la síntesis de la vida y obra del heroico Leoncio Prado inmolado en Huamachuco , nuestro patrono y arquetipo y las de José del Carmen Marín, maestro y soldado y de Juan Mendoza Rodríguez, el enérgico y activo continuador de Marín. Hace una reseña cálida y emotiva de nuestros maestros y oficiales y dedica sentidas páginas a sus compañeros de sección los de la décima, tal vez por haber estado cerca de ellos intensamente, sin dejar de mencionar a todos los que él denominó integración nacional y la diáspora del 46.

Resulta aleccionador el recuerdo que hace de los que no contestarán: ¡PRESENTE!, esto es de nuestros queridos condiscípulos que se nos adelantaron en el viaje sin retorno, y las evocaciones de Pinasco, Parodi, Escorza y Gutiérrez Peña, entre otras, revelan facetas desconocidas de la vida de quienes compartieron con nosotros del 44 al 46 emociones, experiencias y lecciones que jamás podremos olvidar.

EL PRIMER ESLABON DE ORO, es un testimonio que nos atañe y compromete a todos los integrantes de la primera promoción y espero que se convierta, como el autor reclama, en eso, en el primer eslabón de fraternidad, amistad, camaradería y trabajo que debemos realizar todos aquellos que tuvimos la suerte de ser leonciopradinos, para formar la indestructible cadena que nos permita con esfuerzo, trabajo y dedicación coadyuvar al desarrollo de nuestra Patria y su progreso.

Tenemos el compromiso histórico de asumir nuestras responsabilidades frente al país y a nuestros compatriotas, seguiremos trabajando por la libertad y la democracia, porque el Perú siga su ruta ascendente de progreso con el apoyo y trabajo de todos los leonciopradinos.

Un fraterno abrazo a Oscar Enrique por este esfuerzo y mi recuerdo emocionado a todos mis compañeros de promoción y del Colegio Militar con sus 47 promociones.

Un fraterno abrazo a Oscar Enrique por este esfuerzo y mi recuerdo emocionado a todos mis compañeros de promoción y del Colegio Militar con sus 47 promociones.

Hugo Ancieta Calderón




PALABRA LIMINAR

EL PRIMER ESLABON DE ORO es fruto de un esfuerzo personal en homenaje al QUINCUAGESIMO ANIVERSARIO del ingreso al Colegio Militar " Leoncio Prado " de los integrantes de la Primera Promoción, la de los fundadores.

CINCUENTA AÑOS en la vida de una institución no es sino un leve soplo en la vastedad del tiempo y la historia, sin embargo, muchas cosas suceden en ese lapso. Importantes hechos y acontecimientos se han producido en el Perú al correr de los años y en estos últimos cincuenta han surgido en el país instituciones como el Colegio Militar que significan un aporte singular en el progreso de la educación nacional. En cincuenta años han egresado cuarentaisiete promociones del CMLP y los ex-alumnos han contribuido, cualquiera fuera el lugar en el que se encuentren o trabajen, a una nueva forma de ver y sentir al Perú y sus problemas.

Cientos, miles de jóvenes, representantes de las más diversas latitudes de nuestra vasta geografía, de las más diversas extraccio-nes sociales, y provenientes de muy diversos centros educativos públicos y privados, han recibido una sólida formación física, intelectual y moral que los han convertido en portavoces y mensa-jeros de una doctrina basada en el respeto a los derechos, el cumplimiento de los deberes, el amor al trabajo y la libertad y en ciudadanos con una ejemplar formación cívico-patriótica.

El Leoncio Prado es un colegio que ha servido como el gran laboratorio nacional en donde junto al civismo, se han cultivado las más diversas disciplinas humanísticas y deportivas para lograr la formación integral de una juventud que luego ha destacado en las diversas actividades que cumple el hombre peruano. Hay en el espíritu de cada egresado del CMLP un sólido principio de solida-ridad al servicio del país y fortaleza para afrontar sus problemas, todo esto con el respaldo de una formación basada en la disciplina, la moralidad y el trabajo.

Sin lugar a dudas, mucho ha ganado el Perú y la educación con la creación y funcionamiento del Colegio Militar, que desde sus horas aurorales fue un plantel donde se forjaron virtudes cívicas que cincelaron en el corazón y la mente de los leonciopradinos ideas de superación permanente, de moralidad, de respeto a las instituciones y a las personas, de promoción y gratitud a los valores y a los hombres que nos dieron Patria y Libertad; ha sido además permanente escuela de fraternidad y compañerismo.

El Colegio Militar es expresión tangible de lo que sus creadores aspiraron que fuera: forja nacional en la que se fundieron los ideales y aspiraciones de la juventud peruana, de la ciudad y del campo, de la costa, la sierra y la selva. Este fue el ensayo del proceso integrador más importante de la década del 40, el esfuerzo más serio en busca de nuestra identidad nacional. En efecto, decenas de adolescentes provenientes de las más diversas latitudes del país conformaron la primera promoción de leonciopradinos, que fueron educados por los mejores profesores con que contaba el país, seleccionados en riguroso concurso y con los mejores instructores militares. Ellos aplicaron en el proceso enseñanza-aprendizaje las más modernas técnicas pedagógicas. Los cadetes desarrollaron cuerpo, mente y espíritu recibiendo los estímulos necesarios. La eficiencia de la preparación física en la que no se descuidó la enseñanza de ninguna disciplina deportiva y la pre-paración humanística que recibieron, sumadas a la disciplina militar y el culto a héroes y símbolos patrios, han sido los medios que han permitido al país contar ahora con millares de egresados quienes, diseminados por todo el país, trabajan en las más diversas actividades productivas, administrativas y de defensa, asumiendo responsabilidades directrices públicas y privadas.

Cuarentaisiete promociones han egresado del CMLP, cada una de ellas forma un eslabón de la cadena de oro que empezamos a construir los leonciopradinos a partir de este cincuentenario que celebramos con sabor a triunfo y gloria, evocación y gratitud, orgullo y pasión y, sobre todo, ejemplo para las generaciones venideras.

EL PRIMER ESLABON DE ORO es eso, el primero de la cadena de solidaridad y fraternidad que construimos quienes formamos parte de esta hermandad leonciopradina que tiene elevados ideales que cautelar, ama al Perú y a su historia y no niega su concurso, cualquiera que sea la situación y circunstancia para trabajar por la comunidad nacional en procura de lograr un real mejoramiento de las condiciones de vida de todos los peruanos.

EL PRIMER ESLABON DE ORO es el comienzo de la gran cadena de laboriosidad, en la que todos los leonciopradinos nos esforzaremos para seguir trabajando a fin de ayudar a sacar al país de la crisis que nos agobia y para que nuestros hijos, imbuidos del espíritu creador de los pioneros, encuentren en el ejemplo de sus mayores el aliento para secundarnos y, por qué no, superarnos en logros y realizaciones.

Esta publicación es sólo un hito en el camino de la historia leonciopradina. Está escrita con amor y preocupación por los problemas del Perú; aspira por eso, a ser no solamente la primera de una obra que debe continuar, sino un indesmayable esfuerzo de superación y lucha por la realización de nuestros ideales de ayer, que están actualizados hoy.

Muchos años de fatiga y sacrificio demandaron el que nuestro país transitara por los fecundos caminos de la democracia. El Colegio Militar nació bajo un régimen democrático y en sus aulas se practicó y vivió la democracia con un régimen de igualdad, en donde sólo se privilegiaba el talento, sin importar ni la posición social, ni el poder económico. Este es, seguramente uno de los secretos de su éxito y supervivencia.

Aquí están nuestros sentimientos y emociones, nuestras dudas y cavilaciones, nuestras pequeñeces y grandezas, el éxito y el fracaso, tal vez es ambicioso pensar en un balance, en todo caso éste es el testimonio personal de quien mucho debe al CMLP y cuya deuda aún no ha pagado.

Lima, diciembre de 1993

 


VISPERA DE LOS CINCUENTA



Pablo Castro Colina el infatigable promotor de las reuniones leonciopradinas de los integrantes de la primera promoción me llamó por teléfono para citarme a una comida de camaradería de los ex-tigres. Al juntarse en 1946 la novena con la segunda sección formaron el equipo de los "tigres". Yo recuerdo que cuando estaba en la décima formábamos con la primera el equipo de los "pumas" y éramos de los mejores en todos los deportes hasta en water polo en el que Gustavo Cesti era insuperable. Esta comida en el Centro Aeronáutico era para tratar asuntos relacionados con el quincuagésimo aniversario de nuestro ingreso al CMLP el 22 de mayo de 1944, y a Lucho Cueto se le había ocurrido que era mejor citar a los ex-alumnos por pequeños grupos. Ahora se reunían quienes antes fuimos "tigres", tal era el nombre de nuestro equipo deportivo. Los que quedamos de la novena y décima a estas alturas de la vida somos ya unos tigres desdentados, que damos de vez en cuando un gruñido o emitimos una queja por algo que nos falta. Tres meses antes fuimos convocados por Guillermo Noriega, Presidente de nuestra Promoción para festejar la elección de Juan Carrión Ruiz como integrante del Congreso Constituyente Democrático. El "Pato" Carrión con quien tengo una estrecha, fructífera y muy larga amistad y que es el ex-condiscípulo con el que he compartido ideas, aspiraciones, proyectos y hasta sueños a lo largo de estos casi diez lustros, había renunciado al Movimiento Libertad del que formaba parte desde su fundación, en desacuerdo por la prédica de Mario Vargas Llosa en el extranjero reclamando el apoyo de la comunidad internacional para bloquear la ayuda económica al Perú, por haberse producido el autogolpe de Fujimori el 5 de abril de 1992. Convocadas las elecciones al CCD, Juan fue llamado por Rafael Rey y conformó la lista del Movimiento Renovación como único candidato por el departamento de Junín. Hizo cálculos y prospecciones muy acertadas y contando con los votos preferenciales que le dieron sus paisanos tarmeños resultó elegido congresista en forma sorpresiva, derrotando a más de un peso pesado de la política criolla. Muchos quedaron asombrados con esta elección, todos menos Juan, a quien su olfato político no le falló esta vez. El concentró sus esfuerzos publicitarios en Tarma y Chanchamayo y ahí obtuvo los votos necesarios para ser elegido congresista. Con esta elección se sacó el clavo de la derrota del FREDEMO en las elecciones generales de 1990 y en las que él fue candidato a diputado por Junín con el Nro. 3. Después de mucho tiempo hubo una asistencia masiva a una reunión de la primera promoción que tuvo lugar en el Centro Aeronáutico, por especial gestión del General FAP (r) Carlos Arias Grazziani. 73 ex-alumnos de la primera promoción festejamos este triunfo electoral de Juan Carrión y pudimos ser 74, pero las rígidas normas del club impidieron el ingreso de Gustavo Cesti por vestir con saco de cuero en lugar de chaqueta, Gustavo no tuvo la cundería de Raúl Peña quien al no tener corbata, uso la pajarita de uno de los mozos de servicio. Observé discretamente la escena y los apuros de varios ex-alumnos por tratar que Gustavo ingresara. Nada. Tuvo que cumplirse el severo reglamento. Cuando nos sentamos a comer yo había perdido el apetito. Nunca he podido aceptar estos formalismos absurdos en un país tan informal como el nuestro. Recuerdo que en una oportunidad en el restaurant Tambo de Oro le pregunté airado al portero que no me dejaba ingresar a comer, sin corbata, si a ellos les importaba más mi corbata o el dinero que iba a pagar por el consumo. En esta ocasión me dediqué a observar y escuchar. Todos estaban sorprendidos por el crecido número de asistentes, sin percatarse de los secretos atractivos que tiene el poder y quien lo ejerce, de ningún modo quiero restarle mérito a Juan y su capacidad de convocatoria, él tiene cualidades muy especiales: sencillo, cariñoso, impasible, con una permanente sonrisa, y dotado de una modestia envidiable, él ha sabido navegar entre débiles y poderosos, entre triunfadores y los que quedaron a mitad de camino, polifacético, viajero infatigable por todos los caminos del planeta, creo que el secreto de su éxito ha sido su fraterna, amplia y desinteresada amistad. Juan es de aquellas personas cuya mano izquierda no sabe lo que hace su derecha. Este fue un agasajo con sabor a gloria y despedida, porque salvo que se produzca algún milagro posterior, creo que ya todos llegamos hasta donde podíamos llegar y es poco lo que podemos esperar mañana. Evidentemente que el anterior agasajo que nos congregó para congratular a Roberto Mac Lean por su designación como Embajador del Perú en Estados Unidos, no fue el último como muchos pronosticaron,

Juan con su elección dio el mentís y nos puso nuevamente en vigencia haciéndonos avizorar que el festejo de nuestros cincuenta años de ingreso al colegio, con ese elevado número de asistentes a su homenaje nos asegura que seremos por lo menos unos 120 o 150 ex-alumnos, de los 234 que egresamos el año 46, los que estaremos presentes en nuestra anhelada cita del 22 de mayo de 1994, y esa asistencia será muy significativa, sobre todo si tomamos en cuenta que ya son más de 50 los que marcharon al viaje sin retorno y sólo su recuerdo iluminará estas Bodas de Oro. En el ágape a Juan en el que hubo muchos discursos, una vez más no pudimos salvarnos de la siempre extensa y reiterativa perorata de Willy Noriega quien ha resultado de una locuacidad inimaginable. Pensé que al margen de recuerdos y evocaciones de nuestros ya lejanos años juveniles ésta era la hora del balance, del testimonio, de la confesión y la autocrítica. Que era conveniente que algún ex-cadete se tomara el trabajo de preparar algo que fuera más que un discurso o una arenga, de una evocación o una proclama. Días después conversé con el "Pato" para actualizar un proyecto que habíamos preparado junto con Jorge Melgar con quien nos reuníamos habitualmente en el restaurant "El Tambo" de la Av. Arequipa para discutir de política, economía, asuntos sociales, etc. y sobre todo para seguir rindiendo culto a una amistad inquebrantable de tantos años en los que compartimos desde tareas dirigenciales en la Asociación de Ex-alumnos del CMLP, hasta actividades políticas que comprometieron nuestra dedicación y entrega personales. Juan me escuchó con atención pero sin entusiasmo. Era evidente que sus nuevas ocupaciones parlamentarias y su entrada a las entrañas del poder habían morigerado sus ímpetus y aumentado su pragmatismo. Escribir algo ¿para qué? ¿para quién? ¿hay todavía personas que leen? ¿Estamos preparados para escuchar las verdades o nos siguen gustando las medias verdades almibaradas? Anda con cautela me dijo casi al despedirse; en este país son muy pocos los que leen, menos aún los que compran libros. Yo quedé convencido de mi verdad, había que poner en blanco y negro nuestras ideas y experiencias.

La reunión de los "tigres" le dio mayoría absoluta a la novena, ahí estaban con poco pelo y muchas canas Raúl Freund, Hugo Mazzotti, Ciro Saravia, Luis Cueto Aragón y Jorge Ruiz Calderón. Llegue un poco tarde porque fui a casa a ponerme saco y corbata. Al arribar al lugar de la cita me encontré con la sorpresa de que para esta ocasión no era necesario usar ropa formal porque la reunión se celebraría en un ambiente lejano al pabellón central del C.A. Por la segunda sección estuvieron Pedro Castro Colina, Pedro Aranda Benítez, con quien he resultado emparentado, pues hace pocos años atrás decidió abandonar su madura soltería y desposó a una prima que vivía en la calle El Carmen de los Barrios Altos. Estuvo también Juan Carrión que vino directamente del Congreso al Club y llegó antes que nos sentáramos a comer; también llegaron Germán Pastor Cueva quien es regidor de Magdalena del Mar y el general FAP (r) Salvador Barrios. Además de los "tigres" asistieron Héctor Chumpitazi Calderón, General de Brigada EP (r) Presidente de la Primera Promoción y Carlos Arias Grazziani, General FAP (r), Presidente de la Comisión Central de Festejos de nuestras Bodas de Oro, también Willy Noriega, ex-presidente de la Primera Promoción.

Aquí nuevamente comenzó la interminable discusión sobre los festejos de nuestras bodas de oro y su financiación. Pocos eran los que habían cancelado los $ 100 que debemos aportar para este fin y sólo nos salvaba de la bancarrota, la generosa donación de Hugo Ancieta, quien tiene una envidiable posición económica y laboral en Venezuela. Hugo había viajado anteriormente acompañado por nuestro ex-instructor el teniente (r) Alfonso Llosa Llosa para participar en el homenaje a Carrión. Llosa está convertido en un distinguido economista a nivel internacional y disfrutó esa noche del cariño y respeto de quienes estuvimos bajo sus órdenes hace ya cerca de cinco décadas. Se ha planteado, y así será probablemente, una semana jubilar llena de remembranzas, cocteles, homenajes, desfiles y cena de gala. Hasta se discutió si debíamos asistir usando uniforme o ropa formal. Evidentemente que por actos sociales y protocolares no nos vamos a quedar atrás; es más, creo que ya las adormiladas neuronas de muchos promocionales han empezado a funcionar y es posible que podamos efectuar una celebración histórica. Los apremios económicos sí son preocupantes y ese fue tema de análisis, en el que volvimos a reconocer la inveterada costumbre de los peruanos de esperar el último minuto para decidirse a participar en algo. Había que empezar una agresiva campaña de comunicación para convocar a todos los promocionales y comprometer su participación activa. Creo que poco a poco se despertará el entusiasmo y todos pondremos el hombro para que el primer eslabón de oro de la cadena que se formará a partir del 22 de mayo, sea lo suficientemente sólida como para que la fraternidad leonciopradina se mantenga indestructible. En esa ocasión reiteré mi decisión de escribir este libro, en él va mi visión y perspectivas personales, el balance y la crítica de lo que creo ha sido mi promoción, mi colegio y sus maestros, mis recuerdos ligados siempre y en todo lugar a los tres años que cambiaron mi vida y el lugar que ocupé en la diáspora del 46.

Me quedé pensando en el gesto de Raúl Freund Díaz, Ex-Gerente General de los Supermercados confiscados por Velasco, que queriendo hacer una demostración de colaboración personal, para que las cartas a las que aludía Arias Grazziani llegaran a tiempo donó cien soles y despertó los demonios de Hugo Mazzotti. Trascurridos 50 años casi nada había cambiado en nuestro carácter, los vi como cuando disputaban en la cuadra que nos servía de dormitorio para saber quién había tendido mejor su cama. El "Pato" Carrión me trajo de vuelta a casa al filo de la medianoche y ese día empecé a borronear lo que sería el primer capítulo de este libro. He conversado después con Hugo Brignetti, Alejandro Huarcaya, Gonzalo Casas, Miguel Castillo, Herrmann Hamann, cada quien tiene sus propias ideas y recuerdos pero todos coinciden en que esta celebración debe ser algo más que un frívolo homenaje.

Hay que empezar a hurgar en el pasado, recoger las lecciones y el mensaje de los fundadores, volcar nuestras experiencias personales y profesionales y tratar de dejar un testimonio a la posteridad. Tenemos mucho que mostrar y aunque en muchos casos no hemos llegado a la cumbre, sí creo que nos hemos esforzado por ser eficientes y responsables. Estamos en la etapa del balance y los ímpetus juveniles de hace 50 años han dado paso a la reflexión y tal vez al juicio certero. Recordemos con Víctor Hugo que "en los ojos del joven arde la llama, en los ojos del viejo brilla la luz". Que la luz que sepamos irradiar, ilumine el camino de los que nos siguen, de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos.

 

 

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