jueves, 12 de agosto de 2021

EL PRIMER ESLABON DE ORO - 13. JUAN MENDOZA RODRIGUEZ

JUAN MENDOZA RODRIGUEZ: Promotor y Director


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El 6 de agosto de 1942 el Teniente Coronel E.P. JUAN MENDOZA RODRIGUEZ, presentó al Ministerio de Guerra un proyecto de creación de un Colegio Militar, el mismo que fue sustentado en una conferencia que dictó en el Círculo Militar el 27 de agosto del mismo año. Un año más tarde el gobierno constitucional presidido por el doctor Manuel Prado acogió la iniciativa y por Decreto Supremo de 27 de agosto de 1943, creó el Colegio Militar. Era Ministro de Educación el doctor Enrique Larosa. Se pensó que este tipo de colegio podía ser una solución previsora para promover el desarrollo de la educación en el país. La idea medular que sustentaba el proyecto fue el de la selección a nivel nacional de los mejores estudiantes a fin de promover su desarrollo e integración. 

Resulta evidente que el entonces Teniente Coronel Mendoza tiene el mérito de ser el autor de la iniciativa de creación del CM. 

 El se encontraba en EE.UU. en un curso de estudio y perfeccionamiento cuando el gobierno dictó el D.S. de creación, y disponía que un Coronel de ejército fuera su director. 

El Colegio Militar respondía a la necesidad que tenía el país de preparar a la juventud a fin de mejorar las condiciones en que se educaba a la juventud que aspiraba a continuar la educación superior en las Escuelas Militares y en las Universidades. Existía el propósito de seleccionar a las élites juveniles para darles una preparación integral que las capacitaran para optar por una formación profesional idónea. Había que encarar multidisciplinariamente los problemas de la planificación y el desarrollo del país y para ello se requerían cuadros profesionales de calidad. Esto sólo se lograría si la educación secundaria, en sus últimos años, era de calidad e integral. Había que sentar las bases de una auténtica integración nacional y buscar que dar a las nuevas generaciones una identidad de la que carecíamos y que las impulsara, llegado el momento, a afrontar el rol que la sociedad les asignara en la dirección de los destinos del país. 

Pero, no bastaba con líricos enunciados o interesada propaganda, era necesario sembrar. Había que elaborar una doctrina de pensamiento y acción que sirviera de instrumento para, en esfuerzo mancomunado de maestros y alumnos, mejorar diariamente los rendimientos individuales y colectivos y los alumnos nos preparáramos para afrontar el reto de ser cada vez mejores en todos los campos. 

El objetivo principal de cualquier quehacer promocional es el hombre y éste se hace a base de esfuerzos, desarrollo de las facultades físicas, psíquicas y sociales. Promover a los estudiantes a mejores niveles de conocimientos, de amistad, camaradería, fraternidad, compañerismo, ayuda mutua, etc. Todo esto bajo un régimen de internado. El internado sirve para apreciar no solamente las formas exteriores de la conducta, sino sobre todo para afianzar los sentimientos, la sensibilidad y las convicciones de los educandos. Mendoza Rodríguez al asumir la dirección del CMLP en reemplazo del entonces Coronel Marín que había sido nombrado director de la escuela militar de Chorrillos, trajo al colegio un bagaje de conocimientos y experiencia que puso en práctica casi de inmediato. Él había sido el gestor de la idea y a él le correspondió la etapa de consolidación del CMLP, que tenía cerca de dos años de funcionamiento. El 19 de setiembre dejó don José del Carmen Marín el cargo siendo reemplazado por el Sub-Director Teniente Coronel Leonidas Astete Luna. Mendoza asumió el cargo el 12 de noviembre del 45, un mes antes de finalizar el año lectivo. Antes había estado en EE.UU. siguiendo un curso de instrucción. Al asumir la dirección ostentaba el grado de Teniente Coronel E.P. 

El país había ingresado a una etapa de auténtica democracia. El 28 de julio de 1945 asumió la Presidencia Constitucional de la República el doctor José Luis Bustamante y Rivero, quien en ejemplares comicios electorales derrotó al Mariscal Eloy Ureta, vencedor de Zarumilla y padre de nuestro compañero de promo-ción Eloy Ureta y Ureta. 

Mendoza era un militar de baja estatura que se mostró desde el primer día, el de su presentación y reconocimiento, como un personaje de carácter y le dio a la formación de los cadetes más rigidez aún que en la época de Marín. Resultaba evidente que el espíritu militar, sus formas y disciplina iban a acentuarse y que la organización del colegio se convertiría bajo la dirección de Mendoza en un verdadero laboratorio pedagógico nacional. 

El inspirador de la idea germinal, tenía ahora la oportunidad de poner en práctica sus ideas primigenias y aunque los métodos y procedimientos podían ajustarse o cambiar para mejorar la obra, el sello que le imprimió Marín resultó incólume. El año 46 Mendoza ya era Coronel, el Congreso lo ascendió a este grado en diciembre del 45. 

Nosotros, los de la primera promoción acostumbrados a la paternal, casi patriarcal figura de Marín notamos la diferencia de caracteres y personalidad entre ambos y nos esforzamos por demostrar que estábamos muy bien preparados, física, intelectual y también militarmente; ya el 46 nos habíamos convertido en los guías, conductores y consejeros de los integrantes de la segunda y tercera promoción. El colegio había crecido, éramos cerca de mil alumnos distribuidos en tres años y 30 secciones, habían más oficiales y suboficiales, también más profesores y empleados, Mendoza como el gran conductor, demostraba mucha vitalidad y entusiasmo. Se veía que el trabajo educativo le gustaba y aunque no vislumbrábamos el porvenir que le aguardaba, no dejábamos de admirar su notable don de ubicuidad y el cuidado que ponía para que todas las cosas salieran bien. En la memoria que pronunció en diciembre del 45 a escasos días de haber asumido la Dirección del CMLP, tuvo frases de encomio para su antecesor el Coronel Marín y el trabajo que había realizado hasta setiembre de ese año. "No hago sino, rendir homenaje a mi distinguido antecesor el Coronel José del C. Marín a quien corresponde el mérito de haber echado las bases de una obra que hoy podemos contemplar con patriótico orgullo y optimismo" dijo Mendoza en uno de los párrafos de su discurso de fin de año. 

El año 45 habían ingresado al colegio 315 nuevos cadetes, los que habrían de conformar la segunda promoción y ellos al igual que los de la primera procedían de todos los departamentos del país y habían sido seleccionados por riguroso concurso de admisión y la composición total del CMLP resultó así: Cadetes procedentes de Amazonas: 6, Ancash: 27, Apurímac: 5, Arequipa: 34, Ayacucho: 8, Cajamarca: 19, Callao: 41, Cuzco: 15, Huancavelica: 6, Huánuco: 10, Ica: 16, Junín: 51, La Libertad: 18, Lambayeque: 12, Loreto: 16, Lima: 245, Madre de Dios: 1, Moquegua: 3, Piura: 22, Puno: 11, San Martín: 5, Tacna: 6, y Tumbes: 4. Estas cifras corresponden a la primera y segunda promoción y que como puede deducirse de las cifras, era una auténtica representación nacional de todas las regiones. 

Todas las experiencias pedagógicas y metodológicas que se cumplieron durante estos y los años posteriores sirvieron para que llegado al Ministerio de Educación, durante el gobierno de Odría, el General Juan Mendoza cumpliera la importante labor educativa que todos conocen y que hemos puntualizado en otro capítulo. 

José Luis Bustamante y Rivero, Presidente Constitucional de la República asistió, al igual que su predecesor, a las ceremonias 

de clausura los años 45 y 46 comprobando personalmente la eficiente labor que se había cumplido y felicitando al Director, jefes, oficiales, profesores y alumnos por la labor cumplida. La doctrina pedagógica del Colegio Militar había sido expresada en el Reglamento del Colegio, instrumento legal que fue promulgado mediante D.S. a comienzos del 46. Se consagró en este documento el llamado sistema de educación dirigida, que establecía como principio fundamental que el eje de la acción educativa lo constituyera el alumno, alrededor del cual giran los esfuerzos de profesores y directivos. 

La finalidad de la educación es la superación del educando en el orden espiritual, físico y social. 

Esta finalidad se cumplió a cabalidad en el CMLP durante los tres años que nos tocó estudiar bajo la dirección de Marín primero y de Mendoza después. De diferentes estilos, ambos coincidieron en el esfuerzo de responder ante el país al reto que significó esta nueva e innovadora forma de educar y formar a la juventud. 

La memoria que presentó el Coronel Juan Mendoza, ante el Presidente de la República fue una pormenorizada relación de hechos y acciones y la síntesis de los logros obtenidos que hacía avizorar el futuro de la educación con fe y optimismo. Mendoza, el promotor, fue incansable en el mejoramiento y la innovación y como director guio con mano diestra el colegio que el 46 ya estaba funcionando al máximo de su capacidad. 

En la hora final, en el de la partida hacia rumbos diferentes que nos exigieran esfuerzo y dedicación en diciembre de 1946 Mendoza nos dirigió estas palabras de aliento y despedida. 

" Cadetes de la Primera Promoción Leoncio Prado: Habéis llegado al término de la jornada. 

Para vosotros, tres años de esfuerzo representan la coronación de una etapa en la vida, que os coloca en los umbrales de un nuevo horizonte, frente al campo profesional. 

Para vuestros maestros, que hemos tenido a cargo vuestra educación moral, intelectual y la formación de vuestra personali-dad, vuestro egreso significa la confirmación de un anhelo, la realización de una esperanza. 

Podéis llegar a ser médicos, ingenieros, abogados, marinos, aviadores, militares, comerciantes o industriales, pero el Colegio Militar nunca os verá partir. 

Hemos tratado de que los vínculos que aquí hemos establecido, lleguen al corazón, a fin de que resistan victoriosamente a la acción del tiempo y la distancia. 

El espíritu del colegio estará siempre con vosotros: el lema del colegio os alentará en los momentos difíciles, el Código de Honor os acompañará en todos los actos de vuestra vida, el himno del Colegio Militar pondrá una nota de alegría y optimismo en vuestro espíritu; los parques, los campos deportivos, vuestros maestros, vuestros instructores, todo esto no será un simple recuerdo en vuestra vida; serán estímulos que alimentarán la llama de la fe en el triunfo, despertando mayores energías para la lucha, ayudándoos para vencer en la vida. 

Constituís la vanguardia de una legión de jóvenes que bajo la evocación de Leoncio Prado está resuelta a desarrollar el máximo de sus energías y a dar la vida por la grandeza de la Patria. 

Egresamos pues, como la primera promoción "Leoncio Prado" que fue el nombre que dispuso la Dirección, nosotros más tarde, en acto de estricta justicia hemos denominado a nuestra promoción "José del Carmen Marín", en homenaje al maestro y soldado que fue nuestro Director Fundador. 

El Coronel Mendoza fue un verdadero promotor de la educación en el país y su vocación de maestro encontró cauce lejos de los cuarteles, cerca de la juventud en el CMLP que fue el gran laboratorio en el que cristalizó sueños y expectativas, su vasta obra en el campo de la educación nacional tuvo el soporte de la experiencia leonciopradina y el apoyo de sus más distinguidos colaboradores pedagógicos. Como Director fue un digno sucesor de Marín y creo sin temor a equivocarme y sin desmerecer la obra que cumplieron sus sucesores, que ellos protagonizaron los años de más brillo del CMLP. 


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