Homenaje a la Primera Promoción CMLP
HOMENAJE A LA PRIMERA PROMOCIÓN DEL CMLP
Fue un 15 de julio de 1944, con la presencia del Presidente de la República, don Manuel Prado Ugarteche, que se inauguró el primer colegio militar del Perú, nuestro insigne Colegio Militar Leoncio Prado.
-¡Primera promoción… Atención!…¡Ya, no se mueva, cadete!
Héctor Chumpitasi, quien anhelaba ser militar, por ello, se había presentado al naciente Colegio Militar Leoncio Prado, arengaba a sus compañeros para que demostraran que ya no eran civiles, que ahora se habían convertido en caballeros cadetes del primer colegio militar de la República.
-Muchachos, cuádrense bien, demostremos que ya no somos los mismos de hace treinta días ¡A ver, quiero que me demuestren que ya están preparados para su primera salida! ¡El batallón de cadetes, va a desfilar para que la superioridad, compruebe que ya están debidamente preparados y puedan vestirse con el uniforme de cadete y tener el orgullo de lucirlo ante el pueblo peruano!
Y ese gran día, jóvenes que anhelaban vestir el uniforme militar que los convertirían en soldados del Perú, integraron la gloriosa primera promoción del Colegio Militar Leoncio Prado. Cada uno de ellos, con emoción y orgullo, se vestían con el pantalón azul, polaca negra, kepí blanco y con la insignia del CMLP colocada en el brazo izquierdo. Jorge Ciurlizza de la Guarda, era uno de los más pequeños de la promoción, pero siempre demostró un porte militar que sorprendía a sus oficiales instructores, ni siquiera soñaba que en 1959 y 1960 sería el capitán Jefe de Año de la XVI CMLP. Gonzalo Casas Lazo, no dejaba de mirarse en los espejos del baño, se colocaba el quepí y caminaba casi marchando…
-¡Muchachos, no se olviden que así debemos caminar, para que seamos la admiración general…¡No, nos olvidemos que vamos a demostrar el porqué existe el Colegio Militar Leoncio Prado!
Han transcurrido setenta años desde aquel gran día, que la primera promoción de nuestra querida alma mater, salía de paseo con su uniforme de caballeros cadetes, uniforme que llevaron con honor y orgullo. Aquellos adolescentes con el transcurrir del tiempo dieron la satisfacción a sus padres, maestros y oficiales del CMLP al convertirse en militares de prestigio, médicos, abogados, políticos, empresarios, grandes deportistas como Héctor Chumpitasi Calderón
-General del Ejército- que representó al Perú en Olimpiadas, así como también Luis Alvarado Contreras, presidente de la Cámara de Diputados (información de César Rodríguez Caldas XI CMLP).
Todavía se reúnen y recuerdan con cariño a sus hermanos que se encuentran en la Gloria de Dios. Evocando siempre sus días de gloria, convivieron tres años maravillosos entre los muros del Cuartel Guardia Chalaca. Ellos fueron quienes dieron el inicio de una pléyade de jóvenes que, con la preparación civil-militar que supieron impartir sus instructores y profesores, se convirtieron en destacados hombres de bien que ayudaron al engrandecimiento de nuestra patria. Jamás debemos olvidarlos, ellos se merecen nuestro mayor reconocimiento.
Johnny Miller, componente de la XVII CMLP, muy acertadamente nos ha dado una magnífica idea: Rendir homenaje a la primera promoción del Colegio Militar Leoncio Prado. En general, todos los Leonciopradinos estamos de acuerdo, sin embargo, falta organizarlo, así como fijar una fecha establecida, para que todos los años se realice. Unos consideran que debe llevarse a cabo cuando se cumpla el aniversario de su EGRESO y otros cuando sea el de su INGRESO, el cual se conmemora este año. Ojalá se escoja una fecha apropiada y un día diferente al reencuentro Leonciopradino, ya que para mi consideración pasaría desapercibido, debido a que cada promoción celebra aparte. Únicamente me adelanto a dejar una idea –no propuesta– La ceremonia debe ser exclusivamente para cada promoción que debería pernoctar por lo menos una noche en el CMLP a pesar de no ser ya el mismo Cuartel Guardia Chalaca, pero la idea es que retornen a su alma mater y vuelvan a evocar momentos de sus años maravillosos de caballeros cadetes. El día fijado dentro del programa que se apruebe, todo el batallón de cadetes debería efectuar un Desfile de Honor para la promoción agasajada. Y así sucesivamente cada año se continuaría con las siguientes promociones. Nuestros hermanos mayores, se merecen esta gran idea dejada por Johnny Miller, la misma que debe ser ejecutada por una Comisión, conformada por la dirección del CMLP, los proponentes y la Asociación Leonciopradina – tal como sugiere el maestro Kique Wong
-Y así… ¡Brillaremos siempre… ¡como Azul Hoguera!
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